HeiQ introduce en el mercado una tecnología de acabado cosmético para textiles 100% biobasada y de larga duración. La nueva incorporación a la cartera de HeiQ aprovecha el poder de los probióticos activos y los prebióticos seleccionados para mejorar el microbioma de la piel, convirtiendo el órgano más grande del ser humano en el más bonito. HeiQ ha anunciado el lanzamiento de la tecnología HeiQ Skin Care para prendas de vestir y textiles para el hogar próximos a la piel. Esta revolucionaria tecnología patentada, 100% biobasada y meticulosamente diseñada, marca un avance significativo en la innovación textil. HeiQ Skin Care es un acabado textil simbiótico destinado a proporcionar un microbioma equilibrado para una piel resplandeciente, incluso
tras el uso y el lavado repetidos de los textiles. A diferencia de los productos convencionales, HeiQ Skin Care utiliza prebióticos y probióticos de liberación lenta integrados a la perfección en una matriz textil de base biológica, enriqueciendo el microbioma de la piel
de la piel y ofreciendo beneficios cosméticos duraderos. La combinación sinérgica de prebióticos y probióticos, conocida como simbiótica, proporciona un tratamiento cosmético calmante para la piel mientras uno se relaja, trabaja o duerme. Los probióticos no sólo restauran y mejoran el equilibrio natural de la piel, sino que también potencian su capacidad de autorreparación. Los simbióticos promueven la renovación, el reequilibrio y la mejora del aspecto de la piel, reduciendo los signos del envejecimiento y estableciendo un entorno favorable para los mecanismos naturales de reparación de la piel. HeiQ Skin Care es apto para todas las fibras textiles, tanto naturales como sintéticas, y puede aplicarse a todos los artículos textiles que entran en contacto directo con la piel. Esta versatilidad lo convierte en una opción ideal para el uso diario: en el trabajo, durante la práctica de deportes, en actividades de ocio o en artículos de cama como sábanas y almohadas. Los ensayos intensivos de uso realizados durante la fase de desarrollo han demostrado la liberación constante de simbióticos (prebióticos y probióticos) sobre la piel, creando las condiciones para fomentar un microbioma bien equilibrado.