Instacart estaba lista para ser valorada en unos 13.000 millones de dólares en su debut en el Nasdaq el martes, ya que se indicaba que las acciones de la aplicación de entrega de comestibles abrirían un 30% por encima de su precio de oferta pública inicial.

La OPV de la empresa con sede en San Francisco se cotizó en el extremo superior de su rango de precios de 28 a 30 dólares, recaudando un total de 660 millones de dólares en ingresos, de los cuales 237 millones irán a los inversores que vendieron sus acciones en la oferta.

La OPV dio a Instacart una valoración de casi 9.900 millones de dólares, una fracción de los 39.000 millones de dólares que valía en 2021, la última ronda de financiación de la empresa.

El fuerte debut de Instacart, junto con el del diseñador de chips Arm y el de RayzeBio la semana pasada, podría animar a otras startups a tantear el terreno y, potencialmente, reavivar el mercado de las OPV tras una sequía de casi 18 meses.

Instacart debuta casi tres años después de iniciar los preparativos para salir a bolsa y varias startups han tenido que recortar sus valoraciones desde 2022 a medida que la inflación, las tensiones geopolíticas y las rápidas subidas de tipos de la Reserva Federal agriaban el clima económico.

El largo camino de la empresa hasta el Nasdaq tuvo algunos momentos clave.

En 2021, su cofundador Apoorva Mehta dimitió tras siete años al frente y nombró consejero delegado a Fidji Simo, antiguo responsable de la aplicación de Meta para Facebook.

Su negocio principal también se volvió rentable en 2022, y la tendencia ha continuado en los seis primeros meses de 2023, según reveló la empresa en su presentación regulatoria del mes pasado.

Goldman Sachs y J.P. Morgan son los principales suscriptores de la OPV de Instacart.