El club italiano, sumido en una asfixia financiera casi perpetua desde hace diez años, ha anunciado esta mañana una nueva ampliación de capital.
El precio de la acción cayó como resultado, perdiendo un 8,3% a media sesión. El repunte bursátil de hace cinco años -cuando se incorporó al equipo la estrella portuguesa Ronaldo- parece muy lejano.
Con un rendimiento deportivo decepcionante, la caída de la asistencia a los estadios, el descenso de los derechos de retransmisión y de los ingresos por patrocinio, la Juventus Football Club está luchando por adecuar sus finanzas a sus ambiciones.
El año pasado, el consejo de administración del club de la Serie A controlado por Exor -el holding de la familia Agnelli- dimitió en bloque tras iniciarse una investigación por presunto fraude contable.
Las cuentas de la Juve están estructuralmente en números rojos. La ampliación de capital de 200 millones de euros anunciada esta mañana es la cuarta en diez años. Durante este periodo, el club ha quemado efectivo en todos y cada uno de los ejercicios financieros.
En un entorno que exige la financiación de fichajes caros para atraer el interés de emisoras y patrocinadores internacionales, la Vecchia Signora no parece estar en una posición sólida.
Ni siquiera con el apoyo de la familia Agnelli. Aunque Exor ha confirmado su intención de participar en la próxima ampliación de capital, seguro que John Elkann no perderá la cabeza por perseverar en este disparate económico.
El Juventus FC SpA es un club de fútbol con sede en Italia. La actividad principal de la empresa es la participación en competiciones nacionales e internacionales y la organización de partidos, al tiempo que explota los acontecimientos deportivos, la marca Juventus y la imagen del equipo, incluyendo también la concesión de licencias de derechos de televisión y medios de comunicación, el patrocinio, la venta de espacios publicitarios, la concesión de licencias y el merchandising. La empresa desarrolla su actividad principalmente a nivel local.