Labcorp presentó los resultados de dos estudios en la Reunión Anual de la SGO 2024 sobre Cáncer de la Mujer. Los estudios demuestran el valor de las pruebas de biomarcadores para colmar lagunas en las pruebas y orientar terapias dirigidas a pacientes con cáncer de ovario epitelial (COE). Con el rápido ritmo al que se identifican los biomarcadores del cáncer y se dispone de nuevas terapias dirigidas, los enfoques integrales de las pruebas son cada vez más críticos a medida que evolucionan las directrices de tratamiento correspondientes.

Los investigadores de Labcorp llevaron a cabo dos estudios para generar más pruebas del valor de los perfiles genómicos integrales para impulsar pruebas que cumplan las directrices y permitan un mayor acceso de los pacientes a las terapias dirigidas para mejorar los resultados. La combinación de las pruebas BRCA con las pruebas HRD es necesaria para informar sobre el beneficio de la terapia con inhibidores de PARP En uno de estos estudios, realizado en colaboración con Illumina, líder en tecnologías de secuenciación de nueva generación, se evaluó a 1.093 pacientes diagnosticadas de COE para valorar los patrones de la práctica clínica real a la hora de solicitar pruebas BRCA y de deficiencia de recombinación homóloga (HRD). Cuando se combinan, los resultados de las pruebas BRCA y HRD pueden determinar qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse del tratamiento con inhibidores de la poli-ADP ribosa polimerasa (PARP).

Para las pacientes que dan negativo en las pruebas de BRCA1 y BRCA2, las pruebas de DRH pueden ayudar a determinar el grado de beneficio de un inhibidor de PARP. Los inhibidores de PARP han transformado la norma de tratamiento, especialmente para las mujeres con mutaciones somáticas deletéreas o de línea germinal en BRCA1 o BRCA2. Sin embargo, al menos el 40% de las pacientes no responden a los inhibidores de PARP y, si son tratadas con inhibidores de PARP, pueden experimentar una mayor duración del tratamiento y efectos secundarios potencialmente graves, así como un aumento de los costes globales.

Las directrices de tratamiento para los inhibidores de PARP hacen hincapié en la importancia de las pruebas diagnósticas y las evaluaciones individualizadas de los pacientes. Dentro de la población del estudio, el 84% de las pacientes se sometió a una evaluación de mutaciones BRCA o a pruebas de DRH; sin embargo, menos del 50% de las pacientes se sometió a pruebas de DRH. A continuación, los investigadores evaluaron la utilización de inhibidores de PARP y valoraron el tiempo transcurrido hasta la interrupción del tratamiento (TTD) entre las pacientes con mutaciones BRCA germinales/somáticas, los tumores con HRD y las que eran competentes en recombinación homóloga (HRP).

Las pacientes con mutaciones BRCA4 o HRD tienden a obtener buenos resultados con los inhibidores de PARP, por lo que las pruebas para cada uno de ellos pueden ayudar a identificar a las pacientes que pueden ser más apropiadas para el mantenimiento con inhibidores de PARP. En consonancia con ensayos clínicos prospectivos anteriores, los investigadores informaron de que la mediana del TTD de la terapia de mantenimiento con inhibidores de PARP de primera línea fue la más prolongada para las pacientes con mutaciones BRCA germinales o somáticas o tumores HRD. Entre los grupos del estudio, el 77% de las pacientes con una mutación BRCA de línea germinal, el 65,1% de las pacientes con una mutación BRCA somática y el 42,7% de las pacientes con HRD y BRCA de tipo salvaje continuaron la terapia con inhibidores de PARP a los 18 meses, en comparación con el 29% de las pacientes del grupo HRP/BRCA de tipo salvaje.

Los estudios forman parte del creciente conjunto de pruebas que destacan el valor de las pruebas de biomarcadores para el COE, concretamente en entornos reales. El cáncer de ovario epitelial seroso de alto grado (COESG) es el más mortífero de todos los cánceres ginecológicos, ya que el 70% de las pacientes sufre una recidiva del cáncer en un plazo de dos a tres años y casi el 50% muere de la enfermedad a los cinco años del diagnóstico. Se observa una alta expresión del folato-receptor alfa (FOLR1/FRa) en los tumores primarios de EOC En otro estudio, los investigadores de Labcorp evaluaron los patrones de práctica de pruebas en el mundo real para el folato-receptor alfa (FRa) en tumores primarios frente a tumores metastásicos con el fin de guiar la terapia dirigida para pacientes con EOC resistente al platino.

El FRa es un biomarcador procesable en el cáncer de ovario y se sobreexpresa hasta en el 90% de las pacientes con COE. Las pacientes con COE resistente al platino cuyos tumores expresan altamente FRa pueden ser elegibles para el tratamiento con mirvetuximab soravtansina (MIRV), la única terapia dirigida disponible actualmente que mejora la supervivencia global de las pacientes con COE resistente al platino. Los investigadores realizaron un análisis retrospectivo de muestras tumorales de 432 pacientes con COE sometidas a pruebas de tratamiento estándar mediante el ensayo VENTANA FOLR1 (FOLR1-2.1) RxDx (desarrollado por Roche).

De las muestras tumorales analizadas, 291 procedían de tumores metastásicos y 133 de tumores primarios. Los investigadores informaron de que el 36,2% de los pacientes tenían tumores que expresaban altamente FRa. En un hallazgo crítico del estudio, las muestras tumorales procedentes de focos primarios se asociaron con tasas más elevadas de positividad del FRa que las procedentes de focos metastásicos.