La dimisión del primer ministro de Portugal desencadenará una inestabilidad que podría retrasar las reformas económicas, al tiempo que dificultará que el país mantenga un presupuesto equilibrado y siga reduciendo su deuda, advirtieron el jueves los banqueros.

Antonio Costa dimitió la semana pasada por una investigación sobre supuestas ilegalidades en la gestión de su gobierno de proyectos de litio e hidrógeno y de un centro de datos a gran escala. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa convocó elecciones anticipadas para el 10 de marzo.

De momento, el gobierno sigue en funciones, al menos hasta que el parlamento celebre su votación final sobre el presupuesto de 2024 el 29 de noviembre. A partir de entonces, el gobierno sólo tendrá poderes de gestión cotidiana.

En su intervención en una conferencia en Lisboa, Antonio Horta-Osorio, ex presidente de Credit Suisse que fue consejero delegado del británico Lloyds Banking Group durante una década hasta 2021, advirtió de que Portugal entraría en "una situación de gran inestabilidad".

"No vamos a tener gobierno en los próximos cinco meses y eso supone un gran coste en términos de incertidumbre para el país", dijo Horta-Osorio, ahora asesor principal de la italiana Mediobanca.

El consejero delegado del banco Millennium bcp, Miguel Maya, señaló que en época de elecciones los países "tienden a favorecer las políticas a corto plazo en lugar de las reformas para aumentar la competitividad a largo plazo".

"Obviamente estoy muy preocupado", dijo. "Existe un mayor riesgo de retrasar algunos cambios que son de la mayor importancia".

Afirmó que las reformas deben crear un entorno para que las empresas obtengan mejores resultados y compitan más eficazmente a nivel mundial.

El presupuesto para 2024 prevé que el crecimiento económico se ralentizará hasta el 1,5% en 2024, frente al 2,2% previsto para este año, y la inestabilidad política también puede retrasar la inversión pública, como el uso de los fondos de recuperación COVID, y la inversión privada.

"Probablemente nadie quiera invertir cuando hay una gran inestabilidad", afirmó Pedro Castro Almeida, consejero delegado de Santander Portugal.

Paulo Macedo, director de la entidad estatal Caixa Geral de Depositos, afirmó que es importante mantener un presupuesto equilibrado y reducir la deuda, "que en términos nominales sigue siendo significativa, aunque su ratio (respecto al PIB) ha descendido".

El Gobierno aspira a un superávit del 0,2% del PIB el año que viene, tras un superávit del 0,8% en 2023, y quiere reducir la ratio de deuda pública al 98,9% del PIB desde el 103%. (Reportaje de Sergio Goncalves Edición de Catarina Demony y Mark Potter)