El rublo ruso se fortaleció el martes en un comercio volátil y de escaso volumen, con el mercado ruso aún inquieto tras las nuevas sanciones a los principales sistemas financieros rusos que provocaron la paralización de las operaciones de cambio en dólares y euros en Moscú.

Las sanciones impuestas a la Bolsa de Moscú y a su agente de compensación, el Centro Nacional de Compensación (NCC), han dado lugar a una serie de precios y diferenciales variables, ya que la negociación se trasladó al mercado extrabursátil (OTC) a partir del 14 de junio, oscureciendo el acceso a precios fiables para la divisa rusa.

En el mercado interbancario, donde la liquidez puede ser baja ya que no pueden participar los principales bancos rusos que han sido sancionados, el rublo cotizaba un 2% al alza a 86,20 a las 0817 GMT frente al dólar.

El tipo medio mixto dólar-rublo, calculado por LSEG y basado en datos de corredores y contrapartes internacionales, se situaba en 86,20, lo que demuestra que los amplios diferenciales observados anteriormente -la diferencia entre los precios de compra y de venta- se estaban reduciendo.

El tipo oficial dólar-rublo del banco central se fijó en 87,37 para el 25 de junio, calculado sobre la base de las operaciones OTC.

El rublo se fortaleció bruscamente tras la imposición de las sanciones en medio de una escasa liquidez, causada por diversas dificultades técnicas relacionadas con los límites interbancarios a la hora de cerrar operaciones de divisas en el mercado OTC y a medida que los operadores cerraban posiciones en divisas.

Frente al yuan, el rublo se mantuvo estable en 11,69, según un análisis del mercado OTC. Se había fortalecido fuertemente frente al yuan en la sesión anterior al conocerse que el Banco de China dejaba de procesar los pagos en yuanes de los bancos rusos sancionados.

El yuan había superado al dólar para convertirse en la divisa más negociada con el rublo en Moscú antes de que se impusieran las nuevas sanciones. En mayo representaba una cuota del 54% del mercado de divisas.

Los continuos problemas con el pago de las importaciones, en particular con China, están dificultando un debilitamiento más rápido del rublo.

El rublo se ha relajado desde los máximos de un año alcanzados a mediados de junio, desde que el gobierno suavizó los controles de capital que lo sostenían desde octubre. El volumen de ingresos en divisas que los exportadores deben convertir en rublos se redujo del 80% al 60%.

El crudo Brent, referencia mundial para la principal exportación rusa, se mantuvo sin cambios en 85,98 dólares el barril.