El PTSB irlandés recibió el viernes el visto bueno de los reguladores para reanudar el pago de dividendos por primera vez desde 2008, una decisión que el banco, de propiedad mayoritariamente estatal, calificó de momento "histórico" que reforzará sus argumentos a favor de la inversión.

Las acciones del prestamista subieron un 5,7% después de que el banco central irlandés eliminara el llamado bloqueador de dividendos introducido en 2016 como parte del plan de rescate del banco tras la crisis financiera.

"La eliminación del bloqueador de dividendos es un acontecimiento histórico para el PTSB. Reconoce el enorme progreso que ha realizado el banco en la última década", afirmó en un comunicado el consejero delegado del PTSB, Eamonn Crowley.

"Refleja el hecho de que el PTSB ocupa ahora una posición clave en el panorama bancario irlandés, y mejora significativamente los argumentos de inversión para los inversores existentes y potenciales en el banco".

PTSB fue nacionalizado de hecho tras la crisis bancaria irlandesa posterior a 2008, escindido de su rentable rama de seguros de vida y obligado a desprenderse de una cantidad significativa de activos.

Sin embargo, se ha transformado en un actor mucho mayor en el último año tras comprar 6.750 millones de euros (7.400 millones de dólares) de préstamos a NatWest cuando el prestamista británico cerró su unidad irlandesa, y beneficiarse también de la salida de KBC.

Como resultado, el banco centrado en los préstamos para la vivienda se ha vuelto más rentable y se ha hecho con una cuota del 21% del mercado hipotecario. Al igual que los otros dos prestamistas irlandeses, recientemente elevó sus previsiones de beneficios para 2023 gracias a la subida de los tipos de interés y a la menor competencia.

El Estado irlandés posee el 57,4% de PTSB y NatWest tiene una participación del 11,7% después de que vendieran una participación combinada del 10% en el banco en junio, la primera vez desde 2015 que el Gobierno se deshace de acciones del prestamista. (1 dólar = 0,9162 euros) (Reportaje de Padraic Halpin, edición de Sarah Young y Sharon Singleton)