Nintendo se encontró en el punto de mira de la UE después de que en 2021 la Organización Europea de Consumidores (BEUC) y nueve grupos nacionales de consumidores se quejaran ante el Ejecutivo comunitario de su consola Nintendo Switch, alegando que se deterioran con demasiada rapidez.

Este problema técnico, conocido como "deriva de los Joy-Con", afectaba tanto a la consola Nintendo Switch como a la Nintendo Switch Lite.

La Comisión dijo que la compañía japonesa ha aceptado ahora solucionar el problema.

"Nintendo aceptó ofrecer e indicar claramente que los mandos Joy-Con defectuosos serán reparados sin coste alguno por los centros de reparación de Nintendo, independientemente de si la causa ha sido un defecto o el desgaste, e incluso si la garantía del fabricante ofrecida por Nintendo ha expirado", afirmó en un comunicado.

La BEUC acogió con satisfacción el anuncio, pero lo criticó por considerarlo una solución a corto plazo.

"Se trata sólo de una solución a corto plazo que permitirá a los consumidores reparar gratuitamente sus productos defectuosos. Sin embargo, Nintendo puede seguir vendiendo la consola con el posible fallo", declaró en un comunicado Ursula Pachl, directora general adjunta de BEUC.