Oki Electric Industry Co., Ltd. informó de los resultados financieros consolidados para el primer semestre del año finalizado el 30 de septiembre de 2017. En los seis meses, la empresa registró unas ventas netas de 194.000 millones de yenes, unas pérdidas operativas de 4.100 millones de yenes, unas pérdidas ordinarias de 3.300 millones de yenes y unas pérdidas atribuibles a los propietarios de la empresa matriz de 4.600 millones de yenes o 52,76 yenes por acción, frente a unas ventas netas de 199.300 millones de yenes, unas pérdidas operativas de 600 millones de yenes, unas pérdidas ordinarias de 8.900 millones de yenes y unas pérdidas atribuibles a los propietarios de la empresa matriz de 13.500 millones de yenes o 155,79 yenes por acción. Los flujos de caja de las actividades de explotación fueron de 4.500 millones de yenes, frente a los 21.000 millones del mismo periodo del año anterior. Los flujos de caja libres fueron de 1.700 millones de yenes, frente a los 12.800 millones del mismo periodo del año anterior. La compañía proporcionó una orientación de ganancias consolidadas para el año fiscal que termina el 31 de marzo de 2018. Para el año que finaliza el 31 de marzo de 2018, la empresa espera unas ventas netas de 455.000 millones de yenes, unos ingresos de explotación de 13.000 millones de yenes, unos ingresos ordinarios de 12.000 millones de yenes, unos ingresos atribuibles a los propietarios de la empresa matriz de 8.000 millones de yenes o 92,13 yenes por acción, unos flujos de efectivo de las actividades de explotación de 13.000 millones de yenes y unas salidas de efectivo libres de 2.000 millones de yenes.