El anuncio se produce una semana después de que el gobierno de Biden instara a los reguladores estadounidenses a denegar la solicitud del operador de cable submarino ARCOS-1 USA para conectar Cuba con Estados Unidos a través de una nueva estación de aterrizaje de cable submarino, lo que suscitó las críticas de las autoridades cubanas.

El operador estatal cubano de telecomunicaciones ETECSA anunció el miércoles el proyecto alternativo de cable submarino, denominado ARIMAO, señalando en un comunicado que "se cuenta con todos los permisos para su despliegue".

El comunicado no especificaba la capacidad ni el coste del cable.

El jueves habían comenzado las obras del proyecto, según Tania Velázquez, presidenta de ETECSA.

"Hoy se realizó el acto oficial de inicio de los trabajos técnicos de instalación del nuevo cable submarino, obra conjunta de ETECSA y Orange, que permitirá diversificar las vías de conexión a Internet en Cuba", dijo Velázquez en Twitter.

Hasta 2013, el acceso a Internet era limitado en Cuba.

El gobierno ha incrementado el acceso a la Red en los últimos años, en parte gracias a la instalación del cable de fibra óptica ALBA-1 hacia su aliado político Venezuela, la única conexión submarina de telecomunicaciones existente en el país con el resto del mundo.

Pero a medida que más y más cubanos se conectan y la demanda se dispara, Cuba ha buscado cada vez más vías alternativas para enlazar con los corredores mundiales de telecomunicaciones. Alrededor de 300 cables submarinos forman la columna vertebral de Internet y transportan el 99% del tráfico mundial de datos.

El socio de Cuba en el proyecto, el operador de telecomunicaciones francés Orange, fue condenado en 2020 por un tribunal de París a pagar a su rival local Digicel una indemnización por prácticas anticompetitivas en el Caribe francés, incluida Martinica.