El miércoles,Orsted anunció una gigantesca depreciación de 28.400 millones de coronas danesas (4.030 millones de dólares) en sus cuentas de 2023, tras la decisión de paralizar las obras de sus proyectos eólicos marinos Ocean Wind 1 y 2 en Estados Unidos (2.250 MW).

Sunrise Wind (924 MW) y Skipjack (966 MW), otros dos proyectos estadounidenses, están siendo revisados. El destino de Revolution Wind (700 MW) está en papeleta favorable. Esta cantidad de amortizaciones es superior a la anunciada hace unas semanas (16.000 millones de coronas danesas). AlphaValue señala que el hecho de que Revolution Wind se haya mantenido por el momento es una buena noticia para Nexans, que suministra los cables para el proyecto.

El director general de Orsted declaró a la televisión danesa que el grupo no volvería a invertir sumas tan elevadas en proyectos en fase inicial. Añadió que el grupo no tenía previsto aumentar su capital para cubrir sus pérdidas.

Un sector en entredicho

Últimamente hemos escrito bastante sobre el sector. El viento ha soplado desde que cambiaron las condiciones financieras y algunos mandantes en Estados Unidos se negaron a aceptar las peticiones de los operadores de modificar los acuerdos iniciales. El desplome de Orsted está teniendo un impacto en los demás actores del sector, aunque de momento bastante moderado. Vestas, Solaria Energia y Neoen perdieron alrededor de un 2%.