Un jurado de Illinois ha condenado a Mead Johnson, unidad de Reckitt Benckiser, a pagar 60 millones de dólares a la madre de un bebé prematuro que murió de una enfermedad intestinal tras haber sido alimentado con la fórmula infantil Enfamil de la compañía.

El jurado de un tribunal estatal de Illinois en el condado de St. Clair determinó el miércoles que Mead Johnson fue negligente y que no advirtió del riesgo de enterocolitis necrotizante (ECN). Esta enfermedad, que provoca la muerte del tejido intestinal, afecta sobre todo a los recién nacidos prematuros y tiene una tasa de letalidad de entre el 15% y el 40%.

El veredicto de 60 millones de dólares incluye una indemnización por la pérdida y el dolor de la demandante Jasmine Watson, así como por el dolor y el sufrimiento de su bebé, Chance Dean.

El veredicto se produce en el primer juicio de cientos de demandas en las que se afirma que varias fórmulas Similac de Enfamil y Abbott Laboratories causaron NEC.

Según los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., existen pruebas de que la leche de fórmula aumenta el riesgo de ECN en los bebés prematuros en comparación con la leche materna.

"Este veredicto confirma lo que Mead Johnson sabía desde hace años: las fórmulas infantiles a base de leche de vaca provocan ECN en los bebés prematuros, a menudo con consecuencias mortales", declaró en un comunicado Ben Whiting, abogado de Watson.

Mead Johnson dijo en un comunicado que estaba decepcionada con el veredicto y que lo apelaría.

"Seguimos creyendo que las alegaciones de los abogados del demandante en este caso no estaban respaldadas por la ciencia ni por los expertos de la comunidad médica", afirmó.

Más de 400 demandas por NEC contra Mead Johnson y Abbott están pendientes en el tribunal federal de Chicago, y otras, como la de Watson, se encuentran en tribunales estatales.

Los demandantes en los casos dicen que las empresas ocultaron el hecho de que su fórmula, incluidos los productos fabricados específicamente para bebés prematuros y otros, era más arriesgada que alternativas como la leche de donante.

Las empresas han negado las acusaciones.

Las demandas contra NEC son independientes de los litigios en curso contra Abbott por el cierre de su planta de Sturgis, Michigan, y la posterior retirada de lotes de leche de fórmula para bebés por posible contaminación, lo que contribuyó a una escasez de leche de fórmula en todo el país en 2022.

Abbott ha negado haber distribuido leche de fórmula contaminada. (Reportaje de Brendan Pierson en Nueva York Edición de Alexia Garamfalvi y Matthew Lewis)