Cabe recordar que la cervecera danesa ocupaba anteriormente una posición en el fondo Europa One -gestionado con el asesoramiento exclusivo de MarketScreener- y en la cartera Inversor Europa.

Los méritos del grupo son bien conocidos: buena diversificación del catálogo entre bebidas alcohólicas y no alcohólicas; en cerveza, marcada premiumización del catálogo, de ahí los márgenes superiores a la media y la buena resistencia a la caída de los volúmenes; geográficamente, una magnífica red territorial en los países bálticos unida a buenas implantaciones en Escandinavia y Europa Occidental.

La trayectoria operativa y financiera es excelente, reflejo de la cuidadosa mezcla de prudencia y agresividad propia de una buena gestión empresarial. Prueba de ello es la trayectoria de diez años entre 2012 y 2022, en la que tanto la facturación como el beneficio anual se triplicaron en ese periodo.

Por tanto, en actividades con un crecimiento orgánico estructuralmente limitado, los 800 millones de euros -o 6.000 millones de coronas danesas- invertidos en adquisiciones se invirtieron sabiamente, es decir, para obtener un ROI de entre el 12% y el 15%. 

Esta estrategia de crecimiento no ha impedido que tres cuartas partes de los beneficios obtenidos se redistribuyan a los accionistas vía dividendos y recompra de acciones. El corolario es un aumento significativo de la deuda, que ahora equivale a 2,5 veces el beneficio de explotación antes de amortizaciones (EBITDA). 


Sin embargo, no hay que preocuparse: la empresa se mantiene estable, hiperdefensiva y protegida por importantes ventajas competitivas, en primer lugar el "efecto red" a través del control de los canales de distribución, que salvaguarda los emplazamientos existentes, aunque limita las perspectivas de crecimiento orgánico. 

El mercado, en cualquier caso, se congratula de la vuelta al crecimiento -cerca del 50% desde el periodo prepandémico-, ya que la acción ha repuntado desde los mínimos en los que languidecía desde el inicio de la guerra en Ucrania. 

La única verdadera molestia, ligada precisamente a esta situación, es la caída muy acusada de los márgenes de explotación, debida a la inflación generalizada. Si esta dinámica se normalizara, es decir, si Royal Unibrew consiguiera volver a su perfil histórico de márgenes, la capacidad de beneficio anual debería alcanzar los 300 millones de euros en dos o tres años.

Este cálculo de servilleta debe considerarse en el contexto de un valor de empresa de 4.200 millones de euros.