Los accionistas de Schlumberger están acostumbrados a ver frustradas sus esperanzas tras una quincena de pérdidas.
Juzgue usted mismo: en el verano de 2023, las ventas y la cotización del grupo estarán exactamente en los mismos niveles que en 2008, en plena gran crisis financiera.
Durante ese periodo, los márgenes se resintieron y el balance se deterioró considerablemente. La deuda neta, insignificante en aquel momento, representa ahora entre tres y cuatro años de beneficios.
Pero el grupo ha seguido siendo rentable en todos los ejercicios sin excepción, si nos fijamos en el flujo de caja libre "free cash-flow" y no en el beneficio neto, que se ve afectado de vez en cuando por cargos no monetarios, principalmente amortizaciones de activos.
Errático, pero sobre una base anualizada el beneficio medio en efectivo "profit cash" es de 3.000 millones de dólares: a un precio de 56 dólares por acción, el valor de empresa de 90.000 millones de dólares representa un múltiplo de x30 de este beneficio medio, suavizado a lo largo de quince años, en igualdad de condiciones.
Schlumberger también devolvió 40.000 millones de dólares a sus accionistas durante la quincena. Es decir, 2.500 millones de dólares al año sobre una base anualizada. Si basamos nuestra valoración en este denominador, el múltiplo es aún mayor.
Podemos aplaudir la resistencia del negocio, que es claramente capaz de capear los ciclos sin demasiados daños, a pesar de una industria brutal que ha visto una verdadera masacre desde 2014.
Pero si algo demuestra la experiencia es que las esperanzas de crecimiento puestas regularmente en Schlumberger Limited han sido hasta ahora vanas. En este sentido, es difícil justificar la valoración actual, con un rendimiento del flujo de caja libre "free cash-flow" inferior al de un bono del Tesoro a diez años.
Schlumberger Limited es el número 1 mundial en la prestación de servicios de exploración y producción de petróleo y gas e ingeniería. Las ventas netas se desglosan por familias de productos y servicios de la siguiente manera: - desarrollo y construcción de pozos (39,9%); - venta de equipos y sistemas de producción de petróleo (27,6%); - venta de soluciones y servicios para optimizar el rendimiento y las prestaciones de los yacimientos (19,5%); - venta de soluciones y servicios tecnológicos y geofísicos (13%): venta de software, adquisición y procesamiento de datos sísmicos, servicios de consultoría en caracterización de yacimientos, venta de soluciones de información, gestión de infraestructuras informáticas, etc. Las ventas netas se distribuyen geográficamente de la siguiente manera: Norteamérica (21,3%), Oriente Medio y Asia (32,2%), Europa/CEI/África (25,6%), Latinoamérica (20,2%) y otros (0,7%).