Sharps Technology, Inc. se prepara para realizar el primer envío de su línea de jeringas de seguridad inteligentes Securegard de 1mL y 3mL al mercado sanitario latinoamericano. Los pedidos iniciales de productos se han realizado a través de un esfuerzo de colaboración entre Sharps y un socio de distribución latinoamericano con sede en Colombia y representan un paso significativo hacia la promoción de prácticas sanitarias más seguras en la región. Aprovechando el creciente interés por la tecnología de jeringuillas de seguridad en Latinoamérica, la colaboración pondrá la línea de jeringuillas Securegard a disposición de hospitales, farmacias y puntos de venta directa y dará a las redes sanitarias acceso a la utilización de la tecnología y experiencia de primera mano con sus beneficios en el mundo real.

Las jeringuillas Securegard proporcionan a los clínicos una tecnología de administración de fármacos de residuo ultrabajo que incorpora características de seguridad activa, así como medidas de prevención de la reutilización acreditadas por la Organización Mundial de la Salud. Estas características maximizan la cantidad de terapia farmacológica disponible para los pacientes, al tiempo que protegen al personal sanitario de primera línea de las lesiones por pinchazo de aguja que ponen en peligro su vida y protegen al público de los peligros de la reutilización de agujas. La introducción de la tecnología Securegard en Latinoamérica puede mejorar enormemente el nivel general de calidad de la asistencia sanitaria disponible en ese mercado.

La fabricación del producto está actualmente en curso en las instalaciones de Sharps EU, y la entrega está prevista para los próximos 90 días. Las jeringuillas Securegard ofrecen una prometedora solución de administración de fármacos para los mercados, centros y proveedores sanitarios al incorporar en su diseño características de seguridad y prevención de la reutilización. Además, el uso de la tecnología de jeringuillas de residuos ultrabajos garantiza que el máximo número de dosis de los tratamientos farmacológicos necesarios pueda ponerse a disposición de las personas que dependen de ellos.

Esto no sólo es beneficioso para los profesionales sanitarios y los pacientes del vasto mercado latinoamericano, sino que también constituye un ejemplo positivo a seguir por otras regiones en la adopción de prácticas médicas sostenibles y seguras.