El gobernador del banco central del Líbano, Riad Salameh, defendió el miércoles su historial en una entrevista televisada pocos días antes de dejar el cargo, negando que malversara fondos públicos y afirmando que sus políticas beneficiaron a la economía.

Salameh, cuyo mandato de 30 años como gobernador se ha visto manchado por una crisis financiera cada vez más profunda y por acusaciones en su país y en el extranjero de malversación de fondos públicos, dijo que dejaría su cargo cuando finalizara su último mandato el 31 de julio.

"Voy a pasar una página de mi vida", dijo Salameh, de 72 años, a la emisora local LBCI en una entrevista que pareció tener lugar en una sala de exposiciones del banco.

"Creo que durante estos 30 años, hubo 27 en los que el Banco Central contribuyó con sus políticas monetarias a establecer la estabilidad económica y el desarrollo", dijo, refiriéndose aparentemente a los años anteriores a la crisis.

Sus comentarios se produjeron en medio de un tira y afloja entre los principales políticos sobre qué hacer una vez que deje el cargo, con una sesión del gabinete fijada para mañana para discutir un posible sucesor.

Desde que la economía empezó a desmoronarse en 2019, la libra libanesa ha perdido el 98% de su valor en el mercado paralelo y la mayoría de la población se ha quedado sin sus ahorros bancarios.

El colapso se produjo tras décadas de corrupción y despilfarro por parte de los políticos gobernantes, que muchos libaneses afirman que Salameh ayudó a facilitar. Algunos analistas han descrito su política de préstamos al gobierno como un "esquema Ponzi".

Salameh dijo el miércoles que se le estaba señalando como "chivo expiatorio" y que sus intervenciones más recientes en el mercado monetario habían contribuido a evitar que la libra se deteriorara aún más.

"A mucha gente le molestó que este banco se mantuviera firme, y que este banco por sí solo, porque no había gobierno durante toda esta crisis, dirigiera la economía", dijo.

"No habríamos podido sobrevivir durante tres o cuatro años... así que, ¿cómo puede ser esto un esquema Ponzi?".

Salameh está acusado formalmente en Líbano, Francia y Alemania de malversar cientos de millones de fondos públicos del banco central cobrando comisiones como honorarios a los compradores de bonos y transfiriendo después los fondos a Forry Associates, propiedad del hermano del gobernador.

El miércoles volvió a negar esas acusaciones. "Ni directa ni indirectamente fue a parar a Forry ningún dinero del Banco Central", declaró Salameh.

Salameh también se enfrenta a notificaciones rojas de Interpol derivadas de órdenes de detención en Alemania y Francia. Sigue siendo investigado en al menos otros tres países por cargos de corrupción.