El Consejo señaló en un comunicado que las seis entidades eran responsables de "apoyar actividades que socavan la estabilidad y la transición política de Sudán".

Entre las que figuran en la lista hay dos empresas implicadas en la fabricación de armas y vehículos para las FAS (Defense Industries System y SMT Engineering); la Zadna International Company for Investment Limited, controlada por las FAS, y tres empresas implicadas en la adquisición de material militar para las FAS (Al Junaid Multi Activities Co Ltd, Tradive General Trading y GSK Advance Company Ltd).

"Las entidades enumeradas están sujetas a la congelación de activos. Queda prohibida la provisión de fondos o recursos económicos, directa o indirectamente, a las mismas o en su beneficio", declaró el Consejo.

En noviembre, la Unión Europea condenó una escalada de la violencia en la región sudanesa de Darfur, advirtiendo del peligro de otro genocidio después de que el conflicto allí entre 2003-2008 matara a unas 300.000 personas y desplazara a más de 2 millones.

El derramamiento de sangre ha seguido intensificándose a pesar de los intentos internacionales de forjar un alto el fuego duradero. La guerra ha desarraigado de sus hogares a más de 5 millones de personas y ha creado una crisis humanitaria.

"La UE sigue profundamente preocupada por la situación humanitaria en Sudán y reafirma su firme apoyo y solidaridad con el pueblo sudanés", declaró el Consejo.