Recientemente, el proyecto de energía solar Area 60 de 308 MWp, la primera y mayor central fotovoltaica a escala de servicio público de Azerbaiyán, ha comenzado a funcionar oficialmente, utilizando la solución llave en mano a escala de servicio público de Sungrow, los inversores monofásicos SG320HX y las estaciones de media tensión (MVS). Este proyecto representa un avance significativo en la estructura energética de Azerbaiyán como parte de la Iniciativa Belt and Road. Azerbaiyán es uno de los primeros países en apoyar la Iniciativa de la Franja y la Ruta, cooperando con China en muchos campos como el transporte, la logística y las infraestructuras.

También busca asociarse con empresas chinas para forjar juntos un futuro neutro en carbono que ayude a diversificar su economía y a reducir la dependencia del petróleo y del gas natural. El Ministerio de Energía de Azerbaiyán tiene como objetivo aumentar la cuota de la capacidad instalada de energías renovables hasta el 30% en el balance energético global del país para 2030. Como primer proyecto de energía renovable a escala de servicio público en Azerbaiyán, el proyecto de energía solar Área 60 sólo utiliza los inversores monofásicos de última generación SG320HX de 320 kW de Sungrow y es compatible con las estaciones de MT MV8850-LV para garantizar que el proyecto sea seguro, altamente eficiente, fácil de operar y respetuoso con la red.

El proyecto también utiliza un innovador diseño de bloques fotovoltaicos de gran tamaño de 8,85 MW, y el SVG se sustituye por completo por el SG320HX, lo que impulsa aún más la generación de energía y reduce los costes de inversión. Además, el SG320HX permite un funcionamiento estable incluso en redes débiles. En consecuencia, el proyecto de 308MWp abarca una superficie de unos 5,5 millones de metros cuadrados en el distrito de Gobustán, a unos 60 kilómetros al suroeste de Bakú, la capital de Azerbaiyán.

Una vez en funcionamiento, producirá 500 millones de kilovatios-hora de electricidad al año. Para entonces, 110.000 familias podrían utilizar electricidad verde, lo que supondría una reducción de más de 200.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.