LONDRES, 5 jul (Reuters) - El próximo primer ministro británico, Keir Starmer, quiere centrarse en el crecimiento a largo plazo, pero mientras se enfrenta a ese reto sus primeros meses están repletos de decisiones difíciles.

Asuntos Exteriores:

RELACIONES CON ESTADOS UNIDOS

Starmer ha dicho que "tratará con quienquiera que sea el presidente", afirmando que la relación entre Reino Unido y Estados Unidos está "por encima de las personas".

Está previsto que Starmer asista a una cumbre de la OTAN en Estados Unidos del 9 al 11 de julio.

RELACIONES CON EUROPA

Starmer ha descartado volver a formar parte del mercado único o de la unión aduanera de la UE, pero su partido ha dicho que aún es posible eliminar algunas barreras comerciales con el bloque, para ayudar a las empresas más pequeñas que han tenido que luchar con costes y papeleo más elevados.

Los laboristas quieren buscar un acuerdo veterinario que reduzca los controles fronterizos de productos animales, un obstáculo para los granjeros e importadores británicos, y el reconocimiento mutuo de ciertas cualificaciones profesionales.

UCRANIA

Reino Unido tiene previsto conceder este año a Ucrania ayuda militar por valor de 3.000 millones de libras (3.800 millones de dólares) y se espera que el país siga necesitando apoyo en los próximos años. En el manifiesto de su partido, los laboristas afirman: "Con los laboristas, el apoyo militar, financiero, diplomático y político del Reino Unido a Ucrania seguirá siendo firme".

GAZA

Starmer ha manifestado su deseo de reconocer un Estado palestino, pero ha añadido que tal medida tendría que llegar en el momento adecuado dentro de un proceso de paz.

"Nos comprometemos a reconocer un Estado palestino como contribución a un proceso de paz renovado que desemboque en una solución de dos Estados, con un Israel seguro y protegido junto a un Estado palestino viable y soberano", afirmaron los laboristas en su manifiesto.

CHINA

Reino Unido convocó al embajador de China a principios de año para decirle que los ciberataques y los informes sobre vínculos de espionaje no eran aceptables. El Partido Laborista ha afirmado que aplicará un enfoque estratégico y a largo plazo a la gestión de las relaciones con China.

En el frente interno, estas cuestiones requieren atención inmediata:

TATA STEEL

El nuevo Gobierno tendrá que firmar el paquete de ayudas de 500 millones de libras (635 millones de dólares) que el Gobierno anterior acordó con Tata Steel para ayudar a construir un horno de arco eléctrico con menos emisiones de carbono.

Tata, el mayor productor británico de acero, comenzó el jueves a cerrar uno de sus altos hornos de alto contenido en carbono, mientras que el cierre del otro está previsto para septiembre, lo que supondrá la pérdida de hasta 2.800 puestos de trabajo en Port Talbot, en el sur de Gales.

Los sindicatos confían en que el nuevo Gobierno intente mejorar el acuerdo con Tata, lo que podría evitar la pérdida de algunos puestos de trabajo.

AGUA

La contaminación por aguas residuales causada por las compañías de agua privatizadas se ha convertido en un gran problema.

El 11 de julio, el organismo regulador decidirá si permite a estas empresas subir las facturas de los ciudadanos en dos dígitos, en lo que podría ser uno de los primeros quebraderos de cabeza del nuevo Gobierno.

Las empresas afirman que necesitan los fondos para mejorar las infraestructuras y detener los vertidos de aguas residuales, pero los críticos afirman que se han pasado la década anterior pagando dividendos en lugar de invertir.

MÉDICOS EN FORMACIÓN

Los médicos en formación llevan 18 meses en huelga en Inglaterra, la última de las cuales finalizó el 2 de julio. Quieren un aumento salarial del 35%, después de que se les ofreciera un acuerdo del 10% de promedio.

Las huelgas han agravado la situación de la sanidad británica, donde el número de personas en espera de tratamiento no urgente casi se duplicó el año pasado, hasta los 8 millones, en comparación con los cuatro años anteriores.

Antes de las elecciones, el portavoz laborista de Sanidad, Wes Streeting, dijo que un Gobierno laborista negociaría para poner fin a las huelgas.

ROYAL MAIL

Royal Mail, que lleva 500 años entregando cartas, ha aceptado ser comprada por el multimillonario checo Daniel Kretinsky en una operación de 3.570 millones de libras acordada a finales de mayo.

En virtud de la Ley de Seguridad Nacional e Inversiones, el Gobierno puede examinar y bloquear cualquier adquisición que considere una amenaza para la seguridad nacional.

En mayo, los laboristas afirmaron que, si ganaban las elecciones, garantizarían el cumplimiento de las garantías quinquenales dadas por Kretinsky. Sin embargo, ahora que está en el poder, podría decidir examinar más de cerca la transacción.

SHEIN

Shein, minorista de moda rápida fundada en China, habría presentado confidencialmente sus documentos ante el regulador británico de los mercados en junio, iniciando el proceso para una posible salida a bolsa en Londres este año.

Los laboristas se han reunido con Shein y han manifestado su apoyo a un acuerdo que supondría un impulso para el mercado británico.

Sin embargo, la preocupación por las prácticas laborales de Shein, su cadena de suministro y el uso de una exención fiscal a la importación podrían convertirse en un problema para los laboristas.

(1 $ = 0,7836 libras)

(Reporte de Sarah Young; Edición de Philippa Fletcher y Alex Richardson; editado en español por Tomás Cobos)