Telefónica espera que los reguladores le permitan comprar activos de sus rivales en su país de origen, ya que está a punto de perder su condición de mayor operador local debido a la fusión entre la unidad local de Orange y la empresa española MasMovil.

Desde su privatización en los años 90, el antiguo monopolio estatal de telecomunicaciones tenía prácticamente prohibido crecer mediante adquisiciones por los reguladores antimonopolio debido a su posición dominante en España.

"La regulación tiene que adaptarse al hecho de que Telefónica ya no es el líder del mercado mayorista", declaró el jueves a Reuters el director general de operaciones, Ángel Vila, quien instó a una mayor flexibilidad en torno a posibles adquisiciones de activos en el futuro.

La fusión, por valor de 18.600 millones de euros y autorizada a principios de esta semana por la Comisión Europea, creará un operador mayor que Telefónica en número de clientes.

Además de Telefónica y Orange-MasMovil, los otros grandes operadores de telecomunicaciones en España son Vodafone, la rumana Digi y la privada Avatel. (Reportaje de Inti Landauro, edición de Andrei Khalip y Jane Merriman)