El arancel se aplica a algunas exportaciones vietnamitas de chapas de acero laminadas en frío, aunque si los grupos pueden demostrar que el acero procede de un país distinto de China, quedan exentos del arancel, según una declaración del ministerio de Economía publicada en el diario oficial de México.

El mayor fabricante de acero de Vietnam, Hoa Phat, está sujeto a un arancel de casi el 12%, mientras que Posco Vietnam se enfrentará a un arancel del 26%, aunque también se les aplica la exención del país de origen.

En los últimos años, varios países han alarmado a los productores chinos de acero por vender sus excedentes en el extranjero a precios inferiores a los del mercado, una práctica conocida como dumping, y algunos intentan eludir las medidas "antidumping" enviando primero el acero a otros países.

En agosto, México elevó un arancel al 25% sobre algunas importaciones de acero procedentes de países con los que no tiene un acuerdo de libre comercio, entre ellos China.

El arancel publicado el jueves pone fin a una investigación gubernamental antidumping abierta a instancias de la unidad local del fabricante de acero Ternium hace casi dos años. Ternium declinó una solicitud de comentarios.

Estados Unidos también ha expresado su preocupación por sus propias importaciones de productos de acero y aluminio procedentes de México, donde alega una "falta de transparencia" en cuanto a su país de origen.

La producción de acero en América Latina ha descendido en los últimos años a medida que crecían las importaciones. Se espera que la región produzca este año el 83% del acero que consume, según datos de noviembre de la asociación regional Alacero.

China es el principal proveedor de acero de la región, con casi un tercio de lo que entra en América Latina, según Alacero.

Los siderúrgicos brasileños también han pedido al gobierno de su país que imponga un arancel del 25% a las importaciones de acero chino, aunque se han tomado pocas medidas.

"El gobierno no está por la labor de crear fricciones con los chinos", declaró a principios de mes el jefe del grupo industrial, Carlos Loureiro, ya que China es uno de los mayores socios comerciales de Brasil.