México necesita incrementar drásticamente las inversiones en energía para combatir los cuellos de botella que afectan a la industria privada, dijo el miércoles el director general de la siderúrgica Ternium.

"El sector público no está invirtiendo", dijo el CEO Máximo Vedoya en un panel organizado por la asociación regional del acero Alacero en Sao Paulo. "En la transmisión y distribución de energía se necesitan inversiones masivas de forma crítica".

En México, los productores y distribuidores de energía estatales han dominado el mercado desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador, un nacionalista de la energía, echó atrás medidas anteriores que habían liberalizado la industria.

"México necesita cambiar esto", dijo Vedoya, instando primero a realizar inversiones públicas en la transmisión y distribución de energía, y abogando después por "una circunstancia en la que el sector privado pueda invertir" también, incluso en energías limpias.

El presidente López Obrador ha vertido fondos públicos en el productor estatal de petróleo Pemex, fuertemente endeudado y contaminante, durante su administración, con una nueva y enorme refinería que alcanzará su plena capacidad a finales de año.

El mandato de López Obrador termina el año que viene. "Con eso -y soy realmente optimista al respecto- creo que parte de (la política energética de México) podría cambiar", dijo Vedoya.

Ternium construye actualmente una planta siderúrgica de 2.200 millones de dólares en el norte de México, una estrategia para cumplir con los requisitos del pacto comercial regional.

El acero es uno de los materiales de construcción más intensivos en carbono.

La planta incluirá un módulo de hierro de reducción directa (DRI), que Ternium planea preparar para cambiar de gas natural a hidrógeno verde "cuando sea factible". (Reportaje de Kylie Madry; Edición de David Gregorio)