Los fondos con sede en Asia-Pacífico registraron una salida neta de activos de 3.700 millones de dólares en el primer semestre, el peor resultado entre las cuatro principales regiones, según mostraron los datos de Preqin publicados el jueves, aunque hubo entradas en el segundo trimestre. Esto siguió a una salida de 30.000 millones de dólares en 2022.

Los fondos de cobertura europeos, por el contrario, se encuentran en un momento dulce, beneficiándose de que los mercados locales han alcanzado nuevos máximos, atrayendo 19.000 millones de dólares en los seis primeros meses, mientras que los de Norteamérica y el resto del mundo registraron salidas en ese periodo.

Las noticias negativas procedentes de China pesaron en la demanda general de fondos asiáticos, según los participantes del sector.

Como mayor mercado bursátil de Asia, la renta variable china ha tenido un rendimiento muy inferior al de otros mercados importantes este año debido al debilitamiento de los datos económicos y a las persistentes tensiones geopolíticas. Los inversores extranjeros han ido recortando su exposición al país.

El índice MSCI China se ha desplomado un 7%, mientras que el MSCI Asia ex-Japón ha perdido un 1% en lo que va de año. Aunque muchos fondos de cobertura regionales superaron al índice de referencia, parece difícil invertir rápidamente la confianza de los inversores.

"El interés de los inversores sigue muy apagado por los mercados de activos chinos. Los malos datos económicos actuales y la falta de cambios significativos en las políticas siguen siendo preocupantes", declaró a Reuters en julio Gary Dugan, director de inversiones de Dalma Capital, una empresa de inversión alternativa con sede en Dubai.

En los últimos dos años y medio, Asia ha pasado de ser la región en la que más se fijaban los inversores mundiales a ser "la que menos interés despierta", principalmente por la falta de interés en China, según señaló Goldman Sachs en un informe sobre fondos de cobertura publicado en agosto.

En el lado positivo, existe una demanda creciente de estrategias japonesas gracias a las reformas del mercado y a la mejora de la economía. Los asignadores que dijeron a Goldman Sachs que planean aumentar la inversión en Asia afirmaron que se centrarán en Japón.