Los ingresos consolidados del grupo en 2022 ascienden a 1.006,9 millones, un 13,9% más que en 2021 y alrededor de un 10% más que en 2019, según una nota.

A tipos de cambio constantes, los ingresos ascienden a 984,2 millones, un 11,4% más que en 2021.

"Teniendo en cuenta el excelente comienzo de la temporada en nuestras tiendas y la solidez de la cartera de pedidos para la próxima temporada, tenemos mucha confianza en los resultados futuros del grupo", comentó en la nota el presidente y consejero delegado Diego Della Valle.

La marca Tod's, que es la que tiene una distribución geográfica más equilibrada, registró "una excelente tasa de crecimiento en todas las zonas geográficas, lo que confirma la fuerte apreciación de los clientes por las colecciones de la marca, tanto en calzado como en las nuevas familias de marroquinería y accesorios", se lee en el comunicado.

La marca Roger Vivier tuvo un buen comienzo de año en todas las regiones, pero debido a su gran exposición al mercado chino, el crecimiento se ralentizó a partir de marzo.

Crecimiento de los ingresos de dos dígitos para las marcas Hogan y Fay, en parte debido a la fácil base de comparación de su alta exposición a los mercados italiano y europeo, que en 2021 habían experimentado algunos periodos de cierre de tiendas debido a los cierres tras la pandemia del Covid-19.

En cuanto a los canales de distribución, la venta al por menor totalizó 743,3 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 74% de la facturación del grupo, con un crecimiento del 12,7%. También se registró un crecimiento de dos dígitos en el canal mayorista, que volvió a resultados positivos tras la racionalización de años anteriores.

Geográficamente, Italia y el resto de Europa registraron una mejora progresiva de los resultados a partir del segundo trimestre del año, "gracias al dinamismo de las compras de los clientes nacionales y a la buena afluencia de turistas intraeuropeos, americanos y de Oriente Medio".

El mercado chino, tras un buen comienzo de año, experimentó una notable ralentización de su crecimiento a partir de marzo, con la imposición de estrictas restricciones gubernamentales para hacer frente a la pandemia del Covid-19. Incluso tras la relajación gradual de las medidas en la segunda mitad del año, las tendencias del consumo siguieron siendo volátiles y se vieron afectadas por los cierres locales y temporales en varias ciudades importantes.

(Sabina Suzzi, edición de Andrea Mandalà)