¿Bitcoin? Es un poco anticuado, dicen una cohorte de criptoinversores que apuestan por que la tecnología blockchain insufle nueva vida a los activos tradicionales.

Mientras los precios de las criptomonedas se tambalean a la espera de su próximo giro, el mercado de la "tokenización" -la emisión de tokens digitales basados en blockchain que representan activos desde bonos hasta acciones y bienes inmuebles- puede estar alcanzando por fin una masa crítica.

Grandes firmas financieras como London Stock Exchange Group, WisdomTree y Mirae Asset Securities han invertido el año pasado en plataformas de inversión y negociación de tokens, o están en conversaciones para desarrollarlas. Otras como Franklin Templeton, UBS Asset Management y ABN Amro han lanzado versiones tokenizadas de activos como fondos del mercado monetario y bonos verdes.

Más de un tercio de los inversores institucionales de EE.UU. y casi dos tercios de los inversores de alto patrimonio neto tienen previsto invertir en activos tokenizados este año o el próximo, según dos encuestas realizadas por EY-Parthenon en mayo a más de 300 actores en total.

Es el potencial de ahorro en los costes de transacción lo que tiene a los grandes actores de la inversión dando vueltas, según Colin Butler, responsable global de capital institucional de la empresa de blockchain Polygon Labs.

"Es una lucha a cuchillo en este momento por la cuota de mercado y los beneficios, por lo que estas ideas de reducción de costes son muy poderosas", dijo, y añadió que las instituciones habían pasado años investigando la tokenización y ahora se sentían más cómodas lanzando proyectos.

Los partidarios afirman que la tokenización ofrece a las finanzas tradicionales una negociación más transparente, una mayor liquidez, además de una reducción de los costes y los plazos de liquidación, mediante la automatización de los procesos a través de contratos inteligentes, es decir, pactos basados en blockchain que se liquidan automáticamente.

Por otro lado, los críticos señalan grandes lagunas en la infraestructura de negociación, una falta de regulación global cohesiva y una tracción aún limitada entre los inversores. De hecho, la emisión y el valor reales de los activos tradicionales tokenizados siguen siendo pequeños.

EFECTO DE RED

La capitalización de mercado de los valores públicos tokenizados es de 345 millones de dólares, según los datos de Dune Analytics, una astilla del mercado más amplio de criptodivisas de 1 billón. Esos tokens han experimentado un crecimiento del 2,3% en los últimos 30 días, por detrás de la subida del bitcoin de alrededor del 10% en el mismo periodo.

Sin embargo, algunos ven un futuro mayor; un informe conjunto de Northern Trust y HSBC de principios de este año estimaba que entre el 5% y el 10% de todos los activos serían digitales en 2030.

Aunque la idea de la tokenización lleva existiendo casi tanto tiempo como el bitcoin, el incipiente mercado no ha estado a la altura de las expectativas. Algunos agentes del mercado ven ahora avances significativos.

"Creo que esta vez es diferente, en gran medida porque ahora se está viendo una aceptación a alto nivel por parte de las grandes empresas", afirma Morgan Krupetsky, responsable de instituciones y mercados de capitales de Ava Labs.

Siguen existiendo obstáculos, y los participantes en el mercado también señalan, entre otras cosas, la necesidad de pools de negociación más grandes. Sin embargo, algunos son optimistas.

"En el futuro la gente espera un mejor efecto de red en el que más empresas adopten las mismas plataformas para que los activos sean más negociables", dijo Doug Schwenk, director general de Digital Asset Research.