"En lo que a mí respecta, soy irrelevante", dijo a los periodistas tras la reunión de fijación de políticas del banco.

"Mientras siga dirigiendo esta institución de personas con talento que se esfuerzan por hacer su trabajo, el resto -yo como persona- es irrelevante", dijo.

El sindicato que representa al personal del BCE afirmó a principios de esta semana que la mayoría de los empleados piensa que Lagarde no es la mejor persona para el puesto, según una encuesta que realizó.

Lagarde dijo que la encuesta en sí era muy importante, independientemente de la mala calificación que recibiera del personal del banco.

"Prestamos gran atención a estas respuestas técnicamente sólidas y actuamos en consecuencia y seguiremos haciéndolo", dijo.

Dado que Lagarde no tiene experiencia en banca central, a diferencia de sus predecesores, su nombramiento como jefa del BCE en 2019 fue cuestionado en su momento por algunos analistas y políticos.

Lagarde dijo que seguía estando contenta y centrada en su papel.

"Estoy extremadamente orgullosa del personal del BCE y me siento muy orgullosa y honrada de dirigir la institución, porque nos mueve una misión: ofrecer estabilidad de precios", declaró.