Los rendimientos de la deuda pública de la zona euro subieron el primer día de negociación de 2024, alejándose de los mínimos de varios meses, ya que los mercados monetarios descontaban alrededor de 160 puntos básicos de recortes de los tipos de interés oficiales este año.

El rendimiento de la deuda alemana a 10 años, la referencia de la zona euro, subió por última vez 3 puntos básicos (pb) hasta el 2,061%. La semana pasada alcanzó el 1,896%, su nivel más bajo en más de un año. Los rendimientos se mueven de forma inversa a los precios.

El rendimiento cayó 55 pb en 2023 -la mayor caída desde 2014- con casi toda la caída en noviembre y diciembre, ya que la inflación se ralentizó más de lo esperado y el Banco Central Europeo señaló que su ciclo de subidas de tipos estaba cerca de su fin.

Los operadores de bonos mencionaron movimientos exagerados basados en la escasa liquidez en las últimas semanas de diciembre, cuando el rendimiento del Bund cayó por debajo del 2% antes de revertir bruscamente por encima de ese umbral.

Los rendimientos reales alemanes cayeron a territorio negativo a finales de diciembre por primera vez desde agosto antes de alcanzar el -0,075%, su nivel más bajo desde el 1 de junio. El martes se situaron por última vez en el 0,071%.

"Consideramos ambiciosos los rendimientos reales negativos del Bund a 10 años con los agresivos recortes del BCE descontados", dijo en una nota Hauke Siemssen, estratega de tipos de Commerzbank.

Los préstamos bancarios en toda la zona euro se mantuvieron débiles en noviembre, según datos del BCE.

Los tipos a plazo del BCE para diciembre de 2024 sobre el tipo a corto plazo del euro (ESTR) se situaron en el 2,29%, lo que implica expectativas de un tipo depo en el 2,39% para finales de año y recortes de 161 puntos básicos, frente a los 165 puntos básicos de finales de la semana pasada.

El rendimiento de los bonos alemanes a 2 años, sensible a las expectativas de tipos de interés, subió por última vez 5 pb hasta el 2,452%.

¿DEMASIADO PRONTO PARA UN RECORTE DE TIPOS?

Robert Holzmann, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, declaró recientemente que era demasiado pronto para hablar de una bajada de los costes de financiación, y que tal medida en 2024 no es nada segura, mientras que Isabel Schnabel, responsable de política monetaria, afirmó que al BCE le queda un largo camino por recorrer antes de situar la inflación en su objetivo del 2%.

Siemssen, de Commerzbank, dijo que las implicaciones de la oferta podrían presionar los precios de los bonos esta semana.

"Parece que nos espera una cartera de sindicación ocupada y de duración intensiva, con los volúmenes de las subastas de deuda pública de la zona euro repuntando de nuevo", afirmó.

La rentabilidad de la deuda pública italiana a 10 años, la referencia para la periferia de la zona euro, apenas varió hasta el 3,713% tras subir al principio de la sesión antes de retroceder. La semana pasada, alcanzó el 3,468%, su nivel más bajo desde agosto de 2022.

La diferencia entre los rendimientos de los bonos italianos y alemanes a 10 años se situó en 164 puntos básicos, tras haber alcanzado recientemente un mínimo de seis meses de 154,10 puntos básicos.

La atención de los inversores se desplazará rápidamente a los datos de inflación de la zona euro, y las cifras alemanas del jueves marcarán el tono de los mercados financieros.

Es "probable que la inflación de la zona euro suba en diciembre y enero impulsada por los efectos de base de los precios de la energía", dijo Rubén Segura-Cayuela, economista para Europa de BofA, que espera una caída por debajo del objetivo del 2% en agosto de 2024.

Una reducción más lenta de lo previsto de la reinversión del Programa de Compras de Emergencia (PEPP), un pacto de estabilidad de la Unión Europea que concede más tiempo para recortar la deuda pública y las expectativas de agresivos recortes de tipos, apoyaron la demanda de bonos del Estado italianos.

La reinversión total del PEPP finalizará el 30 de junio y la cartera se reducirá en 7.500 millones de euros al mes hasta finales de año.

Los analistas dijeron que 7.500 millones era una cantidad bastante digerible, mientras que las reinversiones siguen siendo flexibles, lo que permite al BCE hacer frente a cualquier tensión injustificada que afecte a los PEPP. (Reportaje de Stefano Rebaudo, información adicional de Harry Robertson; Edición de Bernadette Baum, Gareth Jones y Emelia Sithole-Matarise) ;))