La libra bajó un 0,13% en el día y se situó en 1,2493 dólares. La libra también cayó frente al euro, que ganó un 0,1% en el día para cotizar a 86,06 peniques.
La libra ha perdido casi un 2% frente al dólar en lo que va de 2024, pero sigue siendo la segunda divisa principal con mejor comportamiento, por detrás del yuan chino, que sólo ha bajado un 1,5% en el mercado extraterritorial.
El mercado de futuros muestra que los operadores creen que es probable que el Banco de Inglaterra empiece a bajar los tipos en agosto y que podría aplicar dos recortes de un cuarto de punto a finales de este año.
Tras la última reunión de política monetaria del BoE, hace seis semanas, la expectativa era de tres recortes de 25 puntos básicos. Pero desde entonces, los datos han mostrado que la economía británica sigue avanzando a buen ritmo, que el crecimiento de los salarios -un punto central para el banco central- se está moderando, aunque sólo lentamente, y que la inflación general está descendiendo gradualmente hacia el objetivo del 2%.
"Que el Banco de Inglaterra recorte los tipos en agosto o en junio puede parecer académico y en realidad no tiene mucha importancia", dijo David Stritch, estratega de divisas de Caxton.
"Pero, por el contrario, un recorte en junio significaría que el Banco de Inglaterra aún tiene cinco reuniones antes de finales de 2024, tiempo de sobra para recortar y quizá volver a recortar".
Y lo que es casi más importante, los inversores esperan muchos menos recortes este año por parte de la Reserva Federal estadounidense de los que esperaban a principios de enero, una situación que ha hecho subir al dólar en general y ha superado algunas de las dinámicas que, de otro modo, podrían apoyar a la libra.
Vanguard, uno de los mayores gestores de activos del mundo, cree que el Banco de Inglaterra recortará los tipos medio punto porcentual, lo que situaría el tipo básico en el 4,75%, frente a una previsión anterior de un punto porcentual entero este año.
"Seguimos pensando que el Banco empezará a relajar los tipos en agosto. Pero una Fed y un BCE más halcones, un crecimiento renovado y unas presiones inflacionistas subyacentes más firmes nos llevan a rebajar nuestras expectativas sobre el ritmo de los recortes de tipos a partir de entonces", declaró Shaan Raithatha, economista senior de Vanguard.
