Los simpatizantes se congregaron en la Plaza de la Nación ondeando banderas burkinesas. Algunos sostenían pancartas con imágenes del joven líder militar del país, el capitán Ibrahim Traore.

Traore tomó el poder el 30 de septiembre del año pasado, desbancando al líder de otro golpe que se había hecho con el poder ocho meses antes.

Las rebeliones fueron acogidas con satisfacción por muchos ciudadanos hartos del empeoramiento de la inseguridad y desilusionados por su gobierno, pero condenadas por los países occidentales que ven cómo su influencia disminuye a medida que la democracia retrocede en la región del Sahel en África Occidental.

Burkina Faso, al igual que sus vecinos Malí y Níger, lucha contra una insurgencia islamista que ha matado a miles de personas y desplazado a millones en toda la región. Los tres están ahora dirigidos por militares que tomaron el poder por la fuerza desde 2020.

"Saludamos al capitán Ibrahim Traore, presidente de Burkina Faso, por sus esfuerzos para devolver la soberanía al país. Estamos con él de todo corazón día y noche", declaró Sadia Ouangraoua, que participó en el acto.

El mitin tuvo lugar días después de que la junta de Burkina Faso dijera que había frustrado un intento de golpe de estado en su contra y que se estaban llevando a cabo investigaciones para determinar quién estaba detrás del complot.

Traore, de 35 años, ha ganado popularidad gracias a sus discursos panafricanistas y antifranceses. Ha expulsado a las tropas francesas y reprimido a los medios de comunicación franceses a medida que aumentaban las tensiones entre Burkina Faso y su antiguo colonizador.