Brasil pondrá fin a una exención fiscal para la importación de vehículos eléctricos, elevando gradualmente el impuesto hasta el 35% a lo largo de tres años, dijo el viernes a Reuters el funcionario del Ministerio de Industria Uallace Moreira.

Los fabricantes de automóviles con sede en Brasil presionaron a favor de la medida, superando la resistencia de los fabricantes chinos que venden vehículos eléctricos en el país. Sin embargo, aún se están debatiendo los detalles finales, y su calendario será decidido por el ministro de Industria y vicepresidente Geraldo Alckmin, dijo Moreira.

"¿Qué podemos hacer para estimular la producción local? Hacer que las importaciones sean un poco más difíciles o más caras", dijo Moreira, argumentando que varios países han adoptado políticas proteccionistas en este sector.

Esta semana, la Comisión Europea inició una investigación sobre la posibilidad de imponer aranceles punitivos para proteger a los productores de la Unión Europea frente a las importaciones chinas de vehículos eléctricos, más baratos, que según ella se benefician de subvenciones estatales.

Moreira dijo que el arancel se aplicará gradualmente, para no crear un shock en el mercado, y estará en línea con el plan del gobierno de aumentar la inversión privada en tecnología verde.

También dijo que el gobierno emitirá una medida temporal dentro de 15 días para lanzar la segunda fase de su programa "Rota 2030", destinado a aumentar la eficiencia en el sector automovilístico, que pasará a llamarse "Programa de Movilidad Verde".

El nuevo programa estimulará los proyectos de eficiencia energética mediante créditos fiscales, además de crear un mecanismo que Moreira denominó "fiscalidad verde". El plan escalonaría la recaudación de un impuesto sobre los productos industrializados, en función de la eficiencia energética de los modelos de vehículos, la reciclabilidad de los productos y la densidad de producción local. (Reportaje de Bernardo Caram; edición de Diane Craft)