Global X, uno de los principales proveedores de fondos cotizados (ETF) del mundo, se muestra optimista sobre las perspectivas de Brasil, ya que la mayor economía de América Latina impulsa un ciclo de relajación monetaria y ve cómo su crecimiento económico supera las previsiones.

La empresa, que gestiona unos 48.000 millones de dólares en todo el mundo, califica al país como una de las oportunidades cíclicas más atractivas de los mercados emergentes en estos momentos, y afirma que ha ido captando cada vez más la atención de los inversores internacionales.

"Están ocurriendo muchas cosas buenas. Brasil está marcando muchas casillas en estos momentos", declaró el lunes a Reuters Malcolm Dorson, responsable de mercados emergentes de Global X.

Citó el fuerte impulso y la valoración aún descontada de las acciones -incluso después de un reciente repunte- como factores detrás de la llamada de Global X, cuyos fondos incluyen el ETF Brasil Activo de gestión activa.

El banco central de Brasil, por su parte, inició en agosto un ciclo de recorte de los tipos de interés tras mantener los costes de endeudamiento en el 13,75% durante casi un año para frenar la elevada inflación.

Hasta ahora ha reducido los tipos en un total de 200 puntos básicos, pero ya ha señalado dos recortes más de 50 puntos básicos en el futuro, un ritmo que Dorson considera bueno ya que la inflación ronda el 4,5%.

"Todavía tienen un margen de maniobra importante mientras mantengan unos tipos reales positivos", afirmó. "Creo que mientras se mantengan en la senda estable, pueden seguir ayudando a la economía".

Los valores de mayor duración y de consumo tienden a beneficiarse del entorno marcado por la caída de los tipos de interés y el bajo desempleo, dijo Dorson, nombrando a los bancos locales y a empresas como Localiza, Vamos y Rumo entre los posibles valores con mejores resultados.

SORPRESAS POSITIVAS

El crecimiento económico de Brasil superó las expectativas en 2023 y es probable que haya alcanzado el 3% en el periodo, según las estimaciones del banco central, muy por encima del 0,8% previsto por los economistas encuestados por el banco a principios del año pasado.

Muchos temían que las políticas del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva no fueran favorables a los inversores, pero en su primer año de mandato los mercados se vieron sorprendidos por la eficacia del ministro de Finanzas Fernando Haddad, según Dorson.

Haddad ayudó a persuadir al Congreso para que aprobara un nuevo marco fiscal y una reforma tributaria, y ha respaldado los esfuerzos para borrar el déficit fiscal del país este año.

Al mismo tiempo, señaló Dorson, se establecieron controles y equilibrios, ya que el Congreso brasileño, de tendencia conservadora, impidió que Lula hiciera "nada muy radical", pero no se abstuvo de aprobar medidas respaldadas por el gobierno para aumentar los ingresos.

En opinión de Global X, no es descartable que Brasil vuelva a alcanzar el grado de inversión en los próximos años. Las tres grandes calificadoras sitúan actualmente al país dos escalones por debajo de ese nivel.

"Es un gran objetivo, pero no creo que esté demasiado lejos", dijo Dorson. "Mientras sigan por el camino que se han marcado, potencialmente al final del mandato de Lula podríamos volver al grado de inversión. Y eso es enorme". (Reportaje de Gabriel Araujo; Edición de Hugh Lawson)