Los mercados financieros brasileños mostraron el jueves que muchos operadores siguen apostando a que el banco central iniciará un ciclo de recortes de los tipos de interés en agosto, incluso cuando algunos economistas descartaron esa posibilidad basándose en el tono de la última declaración política del banco.

El miércoles por la noche, el banco central mantuvo su tipo de interés de referencia en el nivel más alto de los últimos seis años y adoptó un tono más pesimista sobre sus próximos pasos, al tiempo que se abstuvo de dar una señal clara sobre la próxima reunión de fijación de tipos a principios de agosto.

La divisa brasileña se fortaleció ligeramente frente al dólar estadounidense en las operaciones de la mañana del jueves, mientras que su índice bursátil de referencia cayó alrededor de un 1,5%.

Los futuros de los tipos de interés a corto plazo subieron, pero siguen reflejando que la mayoría de las apuestas se inclinan por un primer recorte de tipos de 25 puntos básicos en agosto.

Algunos economistas dicen que eso ahora parece descartado.

"El comité reforzó el mensaje de que necesita que las expectativas de inflación para 2024 y 2025 sigan bajando para empezar a recortar los tipos. En nuestro caso base, descartamos agosto como punto de partida de los recortes de tipos", escribieron los economistas de UBS en una nota a clientes, pronosticando la primera relajación monetaria en septiembre.

En su declaración de política monetaria, el comité de fijación de tipos del banco central eliminó las señales de halcones, como la referencia a una posible subida de tipos, pero pidió "paciencia y serenidad" y dijo que los próximos datos serán clave para su decisión de agosto.

Este enfoque suscitó nuevas críticas del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que calificó de "irracional" que el banco central mantuviera los tipos tan altos mientras la inflación ha caído bruscamente.

Lula ventiló su frustración mientras viajaba por Italia, sugiriendo que el jefe del banco central, Roberto Campos Neto, un designado del ex presidente Jair Bolsonaro, ha sido una amenaza para la economía brasileña

Se espera que Campos Neto, que ha defendido sistemáticamente que las decisiones del banco central se basan en principios económicos y no en la política, permanezca en el cargo hasta 2024 en virtud del estatus de autonomía formal del banco central. (Reportaje de Marcela Ayres en Brasilia Edición de Brad Haynes y Matthew Lewis)