Los precios en la mayor economía de América Latina subieron un 0,36% en el mes hasta mediados de marzo, dijo el IBGE, por debajo del 0,78% del mes anterior pero ligeramente por encima del 0,32% esperado por los economistas encuestados por Reuters.

Con ello, la inflación anual bajó al 4,14% desde el 4,49% del mes anterior, y el índice de inflación IPCA-15 alcanzó su nivel más bajo desde el pasado julio, a pesar de que también superó la previsión mediana del mercado del 4,10%.

Cinco de los nueve grupos encuestados registraron subidas de precios en el periodo, según el IBGE, con un aumento del 0,91% en los costes de alimentos y bebidas, que representó el mayor impacto en el índice. Los precios de los artículos para el hogar, por su parte, bajaron un 0,58%.

"En general, la dinámica tanto en el IPCA-15 general como en el subyacente sigue mostrando que la inflación subyacente está bajo control, a pesar del rebasamiento impulsado por el aumento de los precios de los alimentos por las malas condiciones climáticas", dijo el economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics, Andrés Abadía, en una nota a clientes.

"Todavía esperamos que la inflación siga cayendo lentamente este año, a medida que los precios de los alimentos frescos empiecen a normalizarse", añadió Abadia, que cree que el escenario permitirá al banco central de Brasil mantener su actual ritmo de relajación monetaria a corto plazo.

El banco central recortó este mes su tipo de interés de referencia en 50 puntos básicos por sexta reunión consecutiva, hasta el 10,75%, pero señaló que en el seno de su comité de fijación de tipos surgieron debates sobre recortes más modestos en el futuro.

Reiteró que el tipo de interés de Brasil y su respectiva senda serán "los necesarios para que la inflación vuelva a su objetivo", que en 2024 se sitúa en el 3%, más o menos 1 punto porcentual.