La Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS) afirmó que el saldo neto de cargas de trabajo del sector cayó hasta el -1% en el cuarto trimestre desde el +17% y el +30% de los dos trimestres anteriores.

El economista jefe de RICS, Simon Rubinsohn, dijo que las perspectivas seguían siendo relativamente resistentes, ya que sólo se espera que la carga de trabajo en el sector de la vivienda se ralentice modestamente durante el próximo año, y que los grandes proyectos de energía y transporte estaban apoyando las infraestructuras.

"Significativamente, la industria sigue lidiando con el reto en torno a encontrar suministros adecuados de mano de obra cualificada, tanto a nivel profesional como de oficios", dijo Rubinsohn.

"Abordar esta cuestión será fundamental para que el sector pueda desempeñar un papel integral de apoyo a la economía a medida que ésta sale de la recesión actual".

Los empresarios de toda la economía están luchando por cubrir vacantes tras una caída del tamaño de la mano de obra del país que se ha atribuido a factores como la pandemia de coronavirus y el Brexit.

El mercado inmobiliario británico experimentó un auge durante la pandemia de COVID, ayudado por una rebaja fiscal para los compradores de viviendas, así como por la demanda de casas más grandes. Pero se ha enfriado a medida que suben los tipos de interés para atajar la elevada inflación y se considera que la economía está en recesión.

La semana pasada, una encuesta mostró que la actividad de la construcción cayó en diciembre a su mayor ritmo desde mayo de 2020.