Como se esperaba ampliamente, el BOJ mantuvo su objetivo de tipos de interés a corto plazo en un rango del 0-0,1% en una votación unánime.
En unas nuevas previsiones trimestrales, la junta proyectó que la inflación, medida por un índice que elimina el efecto de los costes de los alimentos frescos y el combustible, alcanzará el 1,9% en el actual año fiscal que comenzó en abril, seguido del 1,9% en el año fiscal 2025 y el 2,1% en 2026.
En la previsión anterior, el BOJ había proyectado que la inflación alcanzaría el 1,9% tanto en el año fiscal 2024 como en el 2025.
El banco central puso fin el mes pasado a ocho años de tipos negativos y a otros vestigios de su política poco ortodoxa, dando un giro histórico a décadas de estímulo monetario masivo cuyo objetivo era sofocar la deflación y revitalizar el crecimiento. (Reportaje de Leika Kihara, Kantaro Komiya, Tetsushi Kajimoto, Satoshi Sugiyama, Makiko Yamazaki Edición de Chang-Ran Kim)