El Banco Central Europeo necesita más tiempo para concluir que la inflación está firmemente encaminada hacia el 2% y que la benigna evolución económica indica que no es urgente recortar los tipos, declaró el lunes la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

El BCE bajó los tipos por primera vez en junio, después de su racha de subidas más agresiva de la que se tiene constancia, pero se abstuvo de comprometerse a ningún movimiento posterior, argumentando que las perspectivas eran demasiado inciertas para telegrafiar un segundo recorte.

"Nos llevará tiempo reunir datos suficientes para estar seguros de que los riesgos de una inflación por encima del objetivo han pasado", declaró Lagarde en el Foro del BCE sobre Banca Central, la conferencia sobre política monetaria más importante del banco.

"La fortaleza del mercado laboral significa que podemos tomarnos tiempo para recopilar nueva información", añadió.

El BCE está intentando caminar por un estrecho sendero, conciliando la incertidumbre sobre la inflación y el débil crecimiento. La incertidumbre justificaría la cautela a la hora de recortar los tipos, pero la persistente debilidad económica refuerza los argumentos a favor de la relajación, tirando del BCE en direcciones opuestas.

Lagarde reconoció este dilema, advirtiendo de que todavía no era un hecho que el bloque fuera a evitar una recesión, a pesar de un modesto repunte del crecimiento en el último trimestre.

"Un 'aterrizaje suave' todavía no está garantizado", dijo. "También debemos ser conscientes de que las perspectivas de crecimiento siguen siendo inciertas".

Los indicadores de crecimiento de las últimas semanas se han situado en el lado más débil de las expectativas, poniendo en entredicho la opinión generalizada de que un año y medio de estancamiento económico había terminado y se estaba afianzando la recuperación.

Aún así, los inversores apuestan por que la preocupación por la inflación pesará más que los temores de recesión y el BCE tardará mucho en recortar los tipos, sobre todo desde que la Reserva Federal estadounidense también dio señales de paciencia.

Ahora cotizan entre uno y dos recortes más este año y sólo cuatro recortes de aquí a finales de 2025.

Esto se debe sobre todo a que las perspectivas de inflación siguen siendo demasiado turbias. Se espera que el crecimiento de los precios ronde a ambos lados del 2,5% durante el resto del año, antes de volver a caer hasta el objetivo del 2% del BCE a finales de 2025.

Aunque la desinflación ha sido relativamente rápida en el último año, los elevados costes de los servicios amenazan con descarrilar el proceso y los responsables políticos se centran ahora en si las empresas están empezando a absorber el rápido crecimiento salarial o siguen trasladando los salarios más altos a los clientes.

"Todavía nos enfrentamos a varias incertidumbres sobre la inflación futura, especialmente en lo que se refiere a cómo evolucionará el nexo entre beneficios, salarios y productividad y si la economía se verá afectada por nuevos choques por el lado de la oferta", declaró Lagarde. (Reportaje de Balazs Koranyi y Francesco Canepa; Edición de David Holmes)