La libra esterlina se mantuvo cerca de máximos de un mes el miércoles, apoyada por la creencia entre los inversores de que los tipos de interés estadounidenses bajarán antes de lo que muchos habían previsto, lo que hizo mella en el dólar.

Dos responsables políticos del Banco de Inglaterra hablarán más tarde, lo que podría ofrecer a la libra una dirección más a corto plazo.

El economista jefe del BoE, Huw Pill, y la miembro del Comité de Política Monetaria, Catherine Mann, hablan en actos separados.

El principal impulsor del par libra/dólar el miércoles vino del lado del dólar, después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijera la víspera a los legisladores en su comparecencia semestral que Estados Unidos "ya no es una economía sobrecalentada".

Powell dijo que no quería enviar ninguna señal sobre el calendario de una posible subida de tipos, pero los inversores tomaron sus declaraciones como una señal de que el banco central está cada vez más cerca de su primer recorte desde 2020.

La libra esterlina subió por última vez un 0,16%, a 1,2807 dólares, tras haber alcanzado el lunes un máximo de sesión de 1,28455 dólares, su nivel más alto desde el 12 de junio. Ha subido un 0,4% entre semana y ha ganado un 1,2% en lo que va de julio.

Los mercados de futuros muestran que los operadores dan un 60% de posibilidades a una bajada de tipos en la reunión del Banco de Inglaterra del 1 de agosto, con un recorte en septiembre totalmente descontado.

En lo que respecta a la libra esterlina, tras la victoria aplastante del partido laborista en las elecciones generales de la semana pasada, ampliamente esperada, la atención vuelve a centrarse en la política monetaria, más que en la política.

El calendario macroeconómico del jueves incluye una lectura del crecimiento económico de los tres meses hasta mayo, mientras que la semana que viene se conocerá el índice de precios al consumo de junio.

El IPC alcanzó el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra en mayo, gracias en gran parte a la caída de los precios de los alimentos.

Pero un subcomponente de la inflación en el sector servicios mostró que las presiones sobre los precios en esa parte de la economía siguen siendo lo suficientemente elevadas como para que un recorte en agosto sea menos que un hecho.

"Puede que necesitemos ver los datos del IPC del Reino Unido de la semana que viene para obtener nueva información, pero el mercado de swaps del Reino Unido cotiza 15 puntos básicos de recortes (60% implícito) para la reunión del 1 de agosto del Banco de Inglaterra, y 47 puntos básicos, o casi dos recortes completos de 25 puntos básicos, para diciembre", dijo en una nota el jefe de investigación de Pepperstone, Chris Weston.