La base monetaria de Japón se expandió un 1,6% en marzo con respecto al año anterior, lo que supone el quinto mes consecutivo de ralentización del ritmo anual de aumento, en una señal de que el banco central está reduciendo progresivamente su enorme estímulo.

El aumento de marzo siguió a un incremento del 2,4% en febrero, según mostraron el martes los datos del Banco de Japón (BOJ).

El BOJ puso fin el mes pasado a ocho años de tipos de interés negativos y a otros vestigios de su política poco ortodoxa, dando un giro histórico a su enfoque de reflotar el crecimiento con décadas de estímulo monetario masivo.