Gran Bretaña registró un superávit presupuestario de 16.700 millones de libras (21.100 millones de dólares) en enero, debido a la entrada estacional récord de impuestos. Esta cifra es superior a los 7.500 millones de libras de un año antes, aunque inferior a los 18.700 millones de libras previstos por los economistas en una encuesta de Reuters.
Los analistas debatieron el miércoles lo que el superávit presupuestario de enero podría significar para las perspectivas monetarias del Banco de Inglaterra (BoE) y para el presupuesto anual de marzo.
Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, afirmó que el superávit récord seguía siendo inferior a lo esperado y que no significa que la economía británica esté fuera de peligro y genere efectivo con mayor rapidez que antes.
"Es probable que el crecimiento económico siga siendo lento, por lo que es poco probable que los datos de hoy influyan en la decisión del Banco de Inglaterra sobre cuándo recortar los tipos. Sin embargo, la cuestión sobre los recortes fiscales se pone ahora interesante".
Pero los recortes de impuestos del mes que viene no provocarán probablemente mucho consumo adicional ni inflación, añadió.
Se espera que el BoE recorte los tipos de interés en junio, según LSE Group.
Las finanzas públicas británicas suelen registrar un superávit en enero, ya que ese mes vencen los pagos anuales del impuesto sobre la renta.
El panorama a más largo plazo de las finanzas públicas británicas sigue siendo difícil, ya que la deuda pública global ha aumentado bruscamente como consecuencia de la pandemia del COVID-19.
Hunt quiere anunciar recortes fiscales el mes que viene para impulsar la mermada popularidad del gobernante Partido Conservador antes de las elecciones nacionales que se espera que convoque el primer ministro Rishi Sunak a finales de este año.
La adjunta de Hunt, la secretaria jefe del Tesoro, Laura Trott, no descartó nuevos recortes fiscales en el presupuesto, tras las reducciones de noviembre.
Jeremy Stretch, jefe de estrategia de divisas para el G10 de CIBC Capital Markets, afirmó que "a pesar del aumento de los ingresos fiscales, el hecho de que el superávit de enero haya sido inferior a las expectativas medias sugiere que la magnitud de la posible expansión fiscal podría ser menor de lo que algunos esperaban".
La libra esterlina subió un 0,1%, hasta 1,2633 dólares, y se situó a cierta distancia del máximo de una semana alcanzado el martes, de 1,2668 dólares, tras haber retrocedido desde ese nivel después de los comentarios del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey.
Bailey dijo el martes que se sentía cómodo con los inversores que apostaban por recortes de tipos este año, pero señaló los signos de que la economía británica se estaba recuperando tras caer en recesión a finales de 2023.
Frente al euro, la libra esterlina se estabilizó en 85,59 peniques, tras caer el martes a mínimos de un mes.
