La visita de los funcionarios de Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega y Suecia precede a una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la alianza militar de la OTAN en Bucarest el martes y el miércoles.

"El mensaje más fuerte de esta visita es: Ucrania necesita ganar esta guerra y, por lo tanto, que el apoyo de Occidente debe ser más fuerte; más armamento pesado sin ninguna advertencia política, incluyendo también misiles de larga distancia", dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, en una entrevista a Reuters.

Pidió un paquete más fuerte de sanciones a Rusia, un mayor aislamiento internacional de Moscú y la creación de "un tribunal internacional sobre el crimen de agresión" por parte de Rusia.

Rusia desató el miércoles su última andanada de ataques con misiles contra la infraestructura ucraniana, provocando amplios apagones en todo el país.

El ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, declaró: "Nosotros... estamos hoy en Kiev en plena solidaridad con Ucrania. A pesar de la lluvia de bombas y la brutalidad bárbara de Rusia, Ucrania vencerá".

El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, escribió en Twitter que los ministros habían "discutido el endurecimiento de las sanciones, la reconstrucción de la infraestructura energética y el apoyo financiero". Pidieron apoyo para las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania".