Tanto el presidente estadounidense, Joe Biden, como el ruso, Vladimir Putin, se han declarado abiertos a la diplomacia sobre Ucrania, pero no se ha organizado una reunión entre ambos líderes y ninguna de las partes se pone de acuerdo sobre las condiciones de las conversaciones.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó el lunes en una entrevista que el conflicto de Ucrania, que ya ha cumplido diez meses, terminará casi con toda seguridad con diplomacia y negociaciones, y que es necesaria una "paz justa y duradera".

En respuesta a los comentarios de Blinken, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que estaba de acuerdo en la necesidad de paz.

"Que el resultado debe ser una paz justa y duradera - uno puede estar de acuerdo con esto", dijo. "Pero en cuanto a las perspectivas de algún tipo de negociaciones, por el momento no las vemos, lo hemos dicho repetidamente".

A la pregunta de qué tendría que ocurrir para que tales perspectivas se materializaran, respondió: "Los objetivos de la operación militar especial deben alcanzarse. Rusia debe alcanzar y alcanzará los objetivos que se ha fijado".

Los objetivos de Rusia en Ucrania no se han definido completamente y parecen haber cambiado a medida que sus fuerzas se enfrentan a reveses en el campo de batalla, aunque ha dicho que nunca renunciará a los territorios ocupados en el sur y el este de Ucrania.

Kiev ha descartado conceder ningún territorio a Rusia a cambio de la paz, y exige que Rusia devuelva todo el territorio que ha tomado y ocupado, incluida Crimea y las tierras en poder de Rusia o de sus apoderados desde 2014.