Se espera que el Grupo de los Siete países anuncie una prohibición de los diamantes rusos en las próximas 2-3 semanas, declaró el viernes a la prensa un funcionario del gobierno belga.

Los esfuerzos por reducir los ingresos de Rusia procedentes de las exportaciones de diamantes y aprovechar las sanciones vigentes de Washington contra la empresa rusa Alrosa, el mayor productor mundial, han sido objeto de

discusiones

entre los líderes de las naciones del G7.

El sistema entrará en vigor en enero, según declaró a la prensa en Bruselas el funcionario, que pidió que no se revelara su nombre.

El G7 ha decidido el principio de vincular el origen a la calidad, pero aún está decidiendo los detalles", dijo el funcionario. Bélgica ha propuesto un plan para rastrear los diamantes en bruto y referenciarlos a la gema pulida.

"La carga de la trazabilidad recae en los comerciantes y fabricantes, por lo que India ya lo hace. Tendrán que poder proporcionar la verificación para poder vender en el G7. Necesitan la referencia en bruto y demostrar el vínculo con el pulido".

La ciudad belga de Amberes es el primer centro mundial de comercio de diamantes. A partir de ahora, una vez que los diamantes rusos se tallan y pulen fuera de Rusia, se consideran originarios de la nación que los "transformó".

"Estamos hablando de reestructurar un mercado global", dijo el funcionario, reconociendo que no funcionará inmediatamente a la perfección.

"Rusia es el mayor proveedor mundial. Con este sistema, les estamos dejando fuera dejándoles en un mercado inferior con precios más bajos. Estamos recortando los flujos financieros de este sector". (Reportaje de Julia Payne; redacción de Polina Devitt; edición de Toby Chopra)