El jefe de la Coalición Nacional, Orpo, de 53 años, dijo que también eran necesarios recortes en las ayudas a la vivienda y en las subvenciones a las empresas para hacer viables los servicios a la población de la nación nórdica, que envejece rápidamente.

El político de carrera Orpo ha acusado previamente al gobierno de la izquierdista Sanna Marin, de 37 años, de gastar en exceso en áreas como las pensiones y la educación, y ha hecho de la gestión económica un tema central de su campaña de cara a las elecciones del domingo.

"El mayor cambio entre el gobierno de Sanna Marin y un posible gobierno mío es el tipo de política económica que haremos. (Su) política es resolver todos los problemas con deuda y aumentar los impuestos", dijo Orpo a Reuters en una entrevista el 14 de marzo.

Marín también ha prometido llevar a cabo lo que ella llama una economía equilibrada, pero prefiere encontrar más ingresos fiscales a los recortes. Los planes de Orpo para un gasto más austero han resonado entre algunos votantes.

Los sondeos de opinión muestran que la Coalición Nacional de Orpo mantiene una estrecha ventaja en la última encuesta, con un 19,8%, mientras que los socialdemócratas de Marin comparten el segundo puesto con el nacionalista Partido Finlandés, ambos con un 19,2%.

El ratio deuda/PIB de Finlandia aumentó 10 puntos porcentuales hasta el 74% en 2020, durante la pandemia de Covid, pero ha disminuido desde entonces gracias a la recuperación económica.

La economía finlandesa sobrevivió a la pandemia de COVID mejor que las de la mayoría de los países europeos, pero el crecimiento se ralentizó hasta el 1,9% el año pasado y se prevé que el país entre en una leve recesión este año.

El generoso sistema de bienestar social del país se ha enfrentado a presiones en los últimos años, similares a las de otros lugares de la región nórdica de Europa, donde los servicios públicos "de la cuna a la tumba" se ven exigidos por el descenso de las tasas de natalidad. Los costes han aumentado como consecuencia de la pandemia de COVID y del aumento de los costes energéticos y de la inflación.

Marin, que atrajo la atención internacional como la primera ministra más joven del mundo cuando asumió el cargo por primera vez a los 34 años, ha liderado una coalición de cinco partidos de centro-izquierda, que invirtió en reformas sociales a pesar de tener que gastar también en la costosa pandemia y en la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania por la vecina Rusia.

El ratio deuda/PIB de Finlandia, del 71,7% el año pasado, se mantuvo muy por debajo de la media de la eurozona, del 93,0%. Sin embargo, Orpo afirmó que, sin recortes, la deuda aumentaría en los próximos años, a medida que más personas accedan a la jubilación y disminuyan en consecuencia los ingresos fiscales.

"Queremos impulsar la economía, impulsar el crecimiento económico. Más empleos para la gente, más ingresos para la gente. Y arreglar la economía, creo que ésta es la principal diferencia entre nosotros", dijo Orpo, refiriéndose a Marín.

La capacidad de Orpo para frenar la política fiscal dependerá en gran medida de la coalición que pueda formar para gobernar, si su partido resulta vencedor el domingo.

No ha descartado aliarse con el nacionalista Partido Finlandés, que comparte sus puntos de vista sobre la austeridad, pero al que muchos políticos finlandeses rehúyen por sus llamamientos a imponer límites estrictos a la inmigración.