Dejan Pantic fue detenido el 10 de diciembre por agredir a un agente de policía en activo, desde entonces los serbios del norte de Kosovo han intercambiado disparos con la policía y han levantado más de 10 barricadas, bloqueando el tráfico entre Serbia y Kosovo, exigiendo su liberación.

Los serbios del norte de Kosovo, que creen que aún forma parte de Serbia, se resisten a cualquier movimiento que consideren antiserbio.

Serbia puso a su ejército en máxima alerta el lunes por las crecientes tensiones derivadas de una disputa sobre las matrículas de los coches.

Pantic fue uno de los muchos serbios que abandonaron la policía y otras instituciones después de que Pristina dijera que aplicaría una ley que obliga a los serbios a desechar las matrículas de coche emitidas por Serbia que datan de antes del levantamiento guerrillero de 1998-99 que condujo a la independencia de Kosovo.

Durante más de 20 años, Kosovo ha sido una fuente de tensiones entre Occidente, que respaldó su independencia, y Rusia, que apoya a Serbia en sus esfuerzos por bloquear el ingreso de Kosovo en las organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas.

El traslado de Pantic a arresto domiciliario podría contribuir a rebajar la tensión, según los observadores, ya que su liberación ha sido la principal demanda de los serbios de Kosovo.

Tres pasos fronterizos entre Serbia y Kosovo, incluido el mayor para el transporte de mercancías por carretera, Merdare, se cerraron al tráfico el miércoles, interrumpiendo los viajes de los kosovares que trabajan en otros lugares de Europa para regresar a casa por vacaciones.

La misión de la OTAN en Kosovo, la KFOR, declaró el miércoles que apoyaba el diálogo entre todas las partes para rebajar las tensiones.

Mirlinda Gashi, portavoz del Tribunal Básico de Pristina, declaró a Reuters: "Los fiscales especiales de Kosovo han pedido al tribunal que lo ponga (a Dejan Pantic) bajo arresto domiciliario y esta petición fue aprobada por el tribunal".

No dijo cuándo abandonaría la comisaría cercana a la frontera.

El ministro del Interior kosovar, Xhelal Svecla, declaró el martes que Serbia pretendía desestabilizar Kosovo. Serbia niega que esté intentando desestabilizar a su vecino y dice que sólo quiere proteger a su minoría allí.

El Kremlin también negó el miércoles las acusaciones kosovares, pero dijo que apoyaba a Belgrado. "Serbia es un país soberano y es absolutamente erróneo buscar aquí la influencia destructiva de Rusia", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

Los serbios de Serbia utilizaron un camión y tractores el martes para crear la última barricada, cerca del paso fronterizo de Merdare, en la frontera oriental de Kosovo, lo que llevó al gobierno de Pristina a cerrar el paso.

Alrededor de 50.000 serbios que viven en el norte de Kosovo se niegan a reconocer al gobierno de Pristina o el estatuto de Kosovo como país separado. Cuentan con el apoyo de muchos serbios de Serbia y de su gobierno.

Kosovo, de mayoría albanesa, declaró su independencia en 2008 con el respaldo de Occidente, tras una guerra en 1998-99 en la que la OTAN intervino para proteger a los ciudadanos de etnia albanesa.