BERLÍN (dpa-AFX) - El presidente de la industria, Siegfried Russwurm, no ve aún alejado el peligro de una escasez de gas en Alemania. "No hay razón para dar la señal de alarma", declaró Russwurm a la Deutsche Presse-Agentur. "Nadie puede descartar que nos enfrentemos a un invierno duro. Por eso es esencial que las empresas, los ciudadanos y también el sector público ahorren energía, siempre y cuando sea posible".

El presidente de la Federación de Industrias Alemanas declaró: "Siempre ha estado claro que hay dos grandes imponderables: el tiempo y cuánta energía tendremos que exportar a nuestros vecinos europeos, actualmente a Francia en particular. La prueba de resistencia definitiva no es la teoría, sino la realidad de este invierno y del que está por venir. Tenemos que pasar este invierno, luego volver a llenar el almacén y pasar también el próximo invierno. El trabajo aún no está hecho".

Una escasez de gas sería algo más que un inconveniente, dijo Russwurm. "El cierre forzoso de empresas sería muy perjudicial. Eso significa que los esfuerzos de ahorro por parte de todos deben continuar absolutamente". La industria ha estado ahorrando gas, por un lado, mediante esfuerzos de eficiencia y la sustitución del gas por petróleo, por ejemplo, dijo. "Por otro lado, se han producido reducciones significativas de la producción. Eso ahorra gas, pero es lo último que Alemania, un país industrializado, necesita como perspectiva".

Para el invierno de 2023/2024, las instalaciones de almacenamiento de gas tendrían que estar tan llenas como en noviembre de este año. "La verdadera prueba de resistencia está aún por llegar. Porque tenemos que abastecernos de otras fuentes que no sean Rusia. Todas las terminales de GNL previstas tienen que entrar en funcionamiento". Con la primera nueva terminal en Wilhelmshaven, el peligro de una escasez de gas está lejos de desaparecer. "Para un abastecimiento energético seguro, necesitamos encontrar más socios a nivel internacional que estén dispuestos a suministrarnos suficiente gas. Y por último, necesitamos estabilizar la producción nacional de gas".

Russwurm también pidió más celeridad en la transición energética. "Por encima de todo, la política debe crear las condiciones marco adecuadas para las inversiones necesarias. La transición energética en Alemania no carece de voluntad, sino de aplicación, y de una gran variedad de sensibilidades locales. Los cambios políticos y normativos necesarios están tardando demasiado. La expansión debe superar con creces el ritmo actual".

El canciller federal, Olaf Scholz, había calificado de "nuevo ritmo alemán" la realización "muy gratamente rápida" de la primera terminal de GNL en Wilhelmshaven, según Russwurm. "Eso es, en efecto, lo que necesitamos, también para la expansión de las redes y las energías renovables. El alto nivel de ambición del Gobierno alemán no basta para construir un nuevo aerogenerador. La descarbonización sólo tendrá éxito si a partir de ahora todo funciona como un reloj."/hoe/DP/zb