Polonia y Hungría declararon el sábado que habían decidido prohibir las importaciones de la vecina Ucrania para proteger al sector agrícola local después de que una avalancha de oferta deprimiera los precios en toda la región. La prohibición polaca entró en vigor el sábado por la noche.

"La prohibición es total, incluida la prohibición del tránsito a través de Polonia", escribió Waldemar Buda en Twitter, añadiendo que se mantendrían conversaciones con la parte ucraniana para crear un sistema que garantice que las mercancías sólo pasen por Polonia y no acaben en el mercado local.

El ministerio ucraniano de Política Agraria y Alimentación dijo el sábado que la prohibición polaca contradecía los acuerdos bilaterales existentes sobre exportaciones, y pidió que se mantuvieran conversaciones para resolver la cuestión.

Después de que la invasión rusa bloqueara algunos puertos del Mar Negro, grandes cantidades de grano ucraniano, más barato que el producido en la Unión Europea, acabaron quedándose en los estados centroeuropeos debido a los cuellos de botella logísticos, golpeando los precios y las ventas de los agricultores locales.

La cuestión ha creado un problema político para el partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia (PiS), en un año electoral, ya que ha enfurecido a la población de las zonas rurales, donde el apoyo al partido suele ser alto.