En un discurso a los funcionarios, Putin dijo que el FSB tenía que detener a los "grupos de sabotaje" que entraban en Rusia desde Ucrania, intensificar la protección de las infraestructuras e impedir que los servicios de seguridad occidentales reactivaran lo que denominó células terroristas o extremistas dentro de Rusia.

"Tradicionalmente, los servicios de inteligencia occidentales siempre han estado activos en Rusia, y ahora nos han lanzado más personal, recursos técnicos y de otro tipo. Tenemos que responder en consecuencia", dijo Putin.

Dio instrucciones al FSB para que impida la entrada ilegal de armas en Rusia y refuerce la seguridad en cuatro regiones de Ucrania que Moscú ha tomado parcialmente y reclamado como suyas, una medida que la mayoría de los países de las Naciones Unidas han condenado como ilegal.

El FSB necesita reforzar toda su actividad de contrainteligencia, dijo Putin a la agencia que en su día dirigió.

"Hay que proteger de forma fiable la información significativa sobre los sistemas de control de nuestras estructuras militares y policiales, las empresas de la industria de defensa, las tecnologías críticas y los datos personales", dijo, subrayando la importancia del secreto en torno a las últimas armas y equipos rusos.

El presidente no mencionó ningún fallo específico de los servicios de inteligencia, pero sus comentarios denotaban preocupación por las posibles vulnerabilidades.

En el año transcurrido desde que lanzó su invasión de Ucrania, Rusia ha sido testigo de ataques con aviones no tripulados en su propio territorio, del pirateo de medios de comunicación progubernamentales y del asesinato, el pasado agosto, de la hija de un destacado nacionalista que respaldaba la guerra.

Los activistas afirman haber llevado a cabo docenas de ataques contra la infraestructura ferroviaria con el objetivo de interrumpir el tráfico militar.

Los detalles son difíciles de verificar, pero el FSB dijo este mes que había detenido a tres rusos implicados en "actos terroristas" contra la infraestructura ferroviaria en la región de los Urales.

En el último ejemplo de perturbación cibernética, el ministerio de emergencias dijo que los piratas informáticos habían provocado el martes que las emisoras regionales emitieran falsas alertas diciendo a la gente que se pusiera a cubierto en refugios antibombas.

Putin ha instado repetidamente a los rusos a protegerse de los traidores en su entorno, un tema que retomó el martes:

"Es necesario identificar y detener las actividades ilegales de quienes intentan dividir y debilitar a nuestra sociedad; utilizar el separatismo, el nacionalismo, el neonazismo y la xenofobia como armas".

Dijo que Rusia siempre había experimentado este tipo de actividades. "Y ahora los intentos, por supuesto, están en su punto más activo. Intentos de activar toda esta escoria en nuestra tierra".