Un comité del Senado estadounidense aprobó el miércoles una legislación que ayudaría a sentar las bases para que Estados Unidos confisque los activos rusos y los entregue a Ucrania para su reconstrucción tras la destrucción de la guerra de casi dos años.

El Comité de Relaciones Exteriores del Senado votó 20 a 1 a favor de la ley sin precedentes "Rebuilding Economic Prosperity and Opportunity (REPO) for Ukrainians Act".

Si fuera aprobada por el pleno del Senado y de la Cámara de Representantes y firmada como ley por el presidente Joe Biden, la ley allanaría el camino para la primera incautación por parte de Washington de activos del banco central de un país con el que no está en guerra.

El senador Ben Cardin, presidente demócrata del comité de relaciones exteriores, se mostró optimista sobre la posibilidad de que el proyecto se convierta en ley, señalando que cuenta con un amplio apoyo, tanto de los demócratas como de los republicanos del Senado y de la Cámara de Representantes, así como de la administración de Biden.

El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes ha aprobado un proyecto de ley similar, también con un abrumador apoyo bipartidista.

La UE, Estados Unidos, Japón y Canadá congelaron unos 300.000 millones de dólares en activos de bancos centrales rusos en 2022, cuando Rusia invadió Ucrania. Sólo entre 5.000 y 6.000 millones de dólares se encuentran en Estados Unidos, la mayor parte están en Europa, y la mayoría de ellos en el depositario central de valores Euroclear de Bélgica.

Cardin reconoció el carácter innovador de la legislación, pero señaló la gravedad de lo que ha hecho Rusia. "Por eso hay que hacerlo bien", dijo a Reuters.

Funcionarios estadounidenses y británicos han estado trabajando para impulsar los esfuerzos para confiscar los activos rusos confiscados y esperan que los líderes del Grupo de los Siete emitan una declaración firme cuando se reúnan a finales de febrero, en torno al segundo aniversario de la invasión rusa de Ucrania.

Los líderes del G7 sostienen desde hace tiempo que Rusia está obligada por el derecho internacional a poner fin a su guerra y a pagar por los daños que ha causado, que ya superan los 400.000 millones de dólares, según el Banco Mundial.

Altos funcionarios de la Unión Europea afirmaron el martes que era poco probable que el bloque confiscara los activos de los bancos centrales rusos congelados en Europa, a pesar de los planes del G7 de debatir la legalidad de tal medida en una reunión en febrero. Sin embargo, los funcionarios europeos están preocupados no sólo por la legalidad de una confiscación sin precedentes de este tipo, sino también por las posibles consecuencias para la moneda euro. Los inversores podrían retirarse de los activos en euros por temor a que algún día su dinero también sea confiscado.

Moscú ha condenado el esfuerzo y ha prometido tomar represalias confiscando los activos occidentales en Rusia, que según algunos informes ascienden a 288.000 millones de dólares.

La Ley REPO dice que cualquier fondo ruso confiscado se utilizaría para reconstruir Ucrania. Es independiente de la petición de Biden de 61.000 millones de dólares en ayuda de seguridad para Ucrania.

Esa petición ha estado estancada en el Congreso durante meses, ya que los republicanos insisten en que la ayuda debe ir acompañada de cambios no relacionados en la forma en que el país gestiona la inmigración a través de la frontera con México.