Estados Unidos emitió sanciones dirigidas al grupo militante palestino Hamás el 27 de octubre, y tres accionistas principales del fondo turco de inversión inmobiliaria Trend GYO, incluidos su presidente y un miembro del consejo de administración, se encontraban entre las personas sancionadas.

En aquel momento, Trend GYO negó haber proporcionado apoyo financiero al grupo.

El Tesoro turco dijo en un comunicado a última hora del lunes que el sistema financiero turco operaba en pleno cumplimiento de las leyes nacionales y las obligaciones internacionales, vigilado por varias autoridades reguladoras y supervisoras.

"Las autoridades turcas han revisado cuidadosamente las actividades financieras y la situación de todas las personas reales y jurídicas relevantes para establecer que no hubo ningún abuso del sistema financiero de nuestra nación", afirmó.

Los funcionarios turcos han compartido esas conclusiones con sus homólogos estadounidenses, incluido el subsecretario del Tesoro, Brian Nelson, y su equipo durante su visita más reciente a Ankara, y no recibieron ninguna prueba que cuestionara sus conclusiones, según el comunicado.

Nelson dijo a los periodistas en Estambul el mes pasado que aunque Turquía no designa a Hamás como grupo terrorista, las entidades en el punto de mira de EE.UU. aún podrían violar la legislación nacional turca, incluido el blanqueo de dinero y la financiación directa de actos violentos.

En declaraciones a Reuters la semana pasada, un funcionario turco afirmó que aunque Turquía sólo imponía sanciones respaldadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se oponía a las medidas unilaterales, Ankara tomaba medidas para minimizar cualquier elusión de las sanciones.