El ETF invierte en una cartera con la misma ponderación de aproximadamente 40 valores de renta variable cotizados estadounidenses de alta calidad que pagan dividendos, basándose en una estrategia de selección de carteras basada en reglas fundamentales que pretende crear valor y reducir el riesgo durante el periodo de inversión. La estrategia de inversión del ETF consiste en seleccionar sistemáticamente empresas que tengan una atractiva rentabilidad por dividendos y la capacidad de hacer crecer sus negocios y dividendos para los partícipes en el futuro. La cartera está estructurada para reducir el riesgo mediante el uso de filtros de calidad y de riesgo financiero con el fin de excluir del universo de inversión a las empresas que tienen una baja solidez financiera y una capacidad limitada de crecimiento empresarial y de los dividendos. La cartera del ETF está ampliamente diversificada por sectores industriales, sin que ningún sector represente más del 20% del valor liquidativo del ETF.